El proyecto 'Aguas litorales limpias y solidarias', desarrollado por la Universidad de Cádiz, la Cofradía de Pescadores de Motril y el Grupo de Desarrollo Pesquero, incluye la implantación de un sistema de gestión integral de los residuos generados en el Puerto, pero es mucho más. Así, en su vertiente más solidaria, los pescadores motrileños donan el pescado con bajo valor comercial al Banco de Alimentos, que se encarga de repartirlo a través de los comedores sociales a las familias más desfavorecidas. Desde agosto del año pasado hasta mayo de este año los pescadores motrileños han donado al banco de alimentos un total de 13.400 kilos de especies como jureles, bogas, pollos, bacaladillas, majillos, besugos y sargos.

El proyecto, que será exportado por el Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca a otros puertos españoles, tiene como fin principal objetivo limpiar las aguas del litoral granadino, por ello los pescadores de Motril han rescatado casi 28.300 objetos en los 5 primeros meses del año, de los que el 80% eran envases de plástico.

El promotor del proyecto, el profesor de la Universidad de Cádiz, Enrique Montero explicó que "de cada 10 objetos que van al mar, siete se van al fondo y están formando una capa que está impidiendo la vida. Por ello la función de los arrastreros es fundamental: están limpiando, están quitando del mar toda esta capa de plásticos, de metales del fondo del mar, a 100 metros, 200, 300 o 400".

Montero destacó que pretende que "cualquier residuo que se genere en el puerto dentro de la actividad pesquera como dentro del recinto portuario tenga un destino determinado y sea recogido de manera adecuada, selectivamente tratado, desde el nylon de las redes, hasta las lámparas o incluso los residuos inoórganicos, los pescados de bajo valor comercial son donados al banco de alimentos".

Asimismo, destacó que Motril están empezando ser conocido como "un puerto en el que no sólo no hay contaminación, sino que los pescadores traen la basura del mar los residuos orgánicos, las botellas y se trae a tierra y selectivamente se clasifican y después se reciclan adecuadamente".

Siguiendo con el programa de acciones enmarcadas en el proyecto, se han colocado en el exterior de la Lonja de Motril carteles de sensibilización sobre la problemática de la toxicidad de las colillas para el medio marino y también relativos a la necesidad de utilización de papeleras y contenedores para el depósito de los residuos las colillas y los envases en las paredes exteriores de la lonja. También se ha instalado una nueva estantería para bidones de aceite vacíos en el muelle de levante y se han construido unos recintos para el depósito en los mismos de paños de redes (de acuerdo a su composición) y burlones desechados.