El torero granadino Manuel Martínez Carra 'Manolo Carra' falleció ayer, después de una breve época con problemas de salud, derivados de una hepatitis que padeció por una transfusión sanguínea tras una cornada recibida en la Plaza de Toros de Granada. Residía desde hace varios años en el barrio de Monachil.

Nació en Castril de la Peña hace 76 años, pronto tuvo que emigrar con su familia a Barcelona, siendo allí donde comenzó su trayectoria como torero, consiguiendo durante varias temporadas encabezar de forma indiscutible el escalafón como novillero. A mediados del año 1959 debutó con picadores en la Plaza de Vista Alegre de Madrid, presentándose en las Ventas poco después con un notable éxito. Fue en esta misma plaza, las Ventas de Madrid, donde tomó la alternativa como matador de toros, de la mano de Antonio Chenel 'Antoñete', actuando como testigo Dámaso Gómez. El toro de su alternativa, de nombre Presumido, de la ganadería de Manuel Cobaleda, lo brindó al presidente del Real Madrid Santiago Bernabeú, que seguía a este valiente torero castrileño. La plaza de toros de Granada, como las del resto de la provincia, fueron un lugar preferido para Carra, cosechando grandes tardes de triunfo en su tierra. Una vez doctorado no tuvo suerte, Manolo Carra ha sido uno de los toreros más castigado por los toros, seguramente por su valor y arrojo, queriendo siempre torear de verdad, por lo que fruto de múltiples lesiones tuvo que retirarse joven, en el año 1970. Siempre ha seguido ligado a su pasión, los toros, siendo actualmente asesor taurino de la Plaza de Toros de Granada, formando equipo con la presidenta Ana Belén Alvarez Abuín; así como maestro de la Escuela Taurina de Atarfe, junto a su hombre de confianza Puertollano.