Nuevas energías en El Padul
La granada del siglo XXI
El pueblo ha registrado un importante crecimiento en los últimos años y su objetivo es ahora llegar a los 10.000 habitantes.
El Padul es la puerta de entrada al Valle de Lecrín, uno de los enclaves más interesantes de la provincia granadina y, al mismo tiempo, es lugar de obligado paso entre la capital y la Costa, lo que le ha otorgado un valor añadido. Precisamente su ubicación ha sido uno de los puntos clave para el crecimiento de esta localidad, que cuenta ya con más de 8.200 habitantes y ha tenido un gran auge comercial en los últimos años.
Sin embargo, en un municipio en el que el principal sector industrial ha estado siempre muy unido a la construcción, la crisis del ladrillo ha hecho una mella importante. Desde que se empieza a acceder a El Padul las factorías de áridos, prefabricados y materiales de construcción se suceden a derecha e izquierda de la carretera, y la actividad, que hasta hace algunos años era muy acusada, se ha ido reduciendo al mismo tiempo que los empleos. Esta es una de las razones por la que resulta imprescindible buscar alternativas y la apuesta parecen ser las energías renovables.
En este sentido, el alcalde de la localidad, Manuel Alarcón, explica los numerosos proyectos en los que la localidad está trabajando y que serán realidad en un corto espacio de tiempo: dos parques eólicos, una planta de biomasa o la instalación de placas fotovoltaicas en los edificios institucionales. El objetivo está claro: crear empleo y dar un impulso a un sector en auge como el de la energía, que puede convertirse en la clave del futuro de la localidad.
Pero el principal atractivo del municipio es, como asegura una de sus vecinas, Pilar Castillo, La Laguna, uno de los humedales más importantes de España y lugar de paso de más de 170 especies de aves migratorias cada año. Por esta razón se creará en la zona un aula de la naturaleza, un proyecto dirigido especialmente a los escolares, que podrán disfrutar de l entorno.
En este mismo lugar se han hallado restos de animales prehistóricos, como el mamut, cuyo colmillo se expone en el Parque de las Ciencias de la capital, lo que supone otro atractivo turístico más para la localidad, que pretende convertirse en un punto de parada obligada para los visitantes de la provincia y para los propios granadinos.
Fuera de proyectos y futuro económico, en las calles del pueblo se respira la tranquilidad y el ambiente de plaza, de conversaciones de amigos de los de toda la vida y aún ahora, las de los que siguen volviendo para pasar el verano a pesar de que ya hace años que se fueron. A Antonia Nieves y Paquita Santiago, que hace cuarenta años dejaron El Padul para tratar de encontrar un futuro más próspero, la vuelta les trae un sabor agridulce y aseguran que no terminan de encontrar la prosperidad que esperaban. Sea como sea, siempre vuelven.
Desde el municipio esperan además acoger a un público joven y deportista gracias al circuito de BMX, considerado el segundo mejor de España, y que pretende convertirse en un centro de tecnificación de esta modalidad de ciclismo, que fue olímpica en los últimos juegos, lo que supondrá que El Padul será el punto de encuentro para campeonatos regionales y nacionales. En este sentido se edificará junto al circuito un albergue para acoger a los participantes.
El Padul quiere seguir creciendo, aunque para eso tenga que superar los problemas que se ha encontrado en el camino. Alcanzar los 10.000 habitantes en los próximos cuatro años sería, según su alcalde, una muestra "ideal" del avance de un pueblo que cada vez eligen más granadinos para establecer su residencia.
También te puede interesar
Lo último