Sulayman, el anti Trashorras
El gambiano juega sus primeros minutos oficiales con el Granada, en los que da muestra de su capacidad física Una tarjeta amarilla al filo del descanso, motivo de su sustitución
Otro canterano que hace debutar Caparrós. Ayer le tocó a Sulayman Marreh 'Suly'', que entró por la puerta grande en esta página conocida como 'El Marcaje'. Porque para marcaje el que el todoterreno rojiblanco le hizo a Trashorras, que no fue pegajoso pero sí contundente. Cada vez que el artista gallego quiso tocar la gaita, apareció el percusionista africano para marcar el ritmo del encuentro a base de faltas. Una primera parte, en la que Suly se fue asentando poco a poco hasta que el colegiado aragonés Jaime Latre le mostró una cartulina amarilla en el 45' por una entrada a Licá. Una tarjeta que en un jugador pasional como el gambiano fue suficiente para que el técnico sevillano lo sustituyera en el descanso para dar entrada a un Rochina que sigue sin dar con la tecla.
Sulayman Marreh salió al campo con la energía que solamente un jugador de 18 años puede tener, aunque algunos especialistas en datos futbolísticos afirman que su edad real es la de 20 años. Ahora la palabra la tiene el carbono 14. Con 18 o con 20, el joven pivote rojiblanco se mostró ansioso en todo momento por demostrar cuanto antes unas cualidades que hicieron las delicias a los aficionados de División de Honor Juvenil el curso pasado y que crean afición actualmente en el Grupo IV de Segunda División B. Por ejemplo, con en el entrenador del filial Joseba Aguado, que tiene muchas esperanzas en la carrera del pivote africano.
Así, el centrocampista rojiblanco cometió nada más empezar algunos fallos propios de la inexperiencia en Primera como una mano que sacó al ver que no podía controlar un balón o un taconazo que casi acaba en ocasión rayista. A partir de ahí, Sulayman fue creciendo y demostrando que su físico no es de este planeta. Un jugador rotundo en los despejes, en los cortes de balón a ras de suelo y en las infracciones. Suly es la versión africana del chileno Iturra, como pudo comprobar un Trashorras sobre el que cometió tres faltas y que no lo echó de menos en la segunda parte tras su cambio por Rochina (minuto 46).
Un gran despliegue físico y un recorrido bastante amplio el de un Sulayman que estuvo más tímido a la hora de manejar la pelota. No erró pases porque intentó muy pocos y además fáciles, pero sí perdió algún que otro balón que pudo acabar en peligro sobre la meta defendida por Roberto. El mayor déficit de un futbolista que a poco de que mejore sus prestaciones ofensivas y sepa disimular su pasión en las pugnas con los adversarios, se puede convertir en un fijo de las convocatorias de Joaquín Caparrós.
Por ahora, vuelve a su situación a medio caballo entre el 'B' de Aguado y el primer equipo. Aunque ya ha dejado en la historia algunos registros como ser el segundo jugador más joven en debutar con el Granada CF, discusión sobre su edad incluida, y el segundo gambiano en Primera tras el sevillista Biri Biri en la década de los setenta. El jugador nacido en Abuko, que para muchos ya se quedará con el cariñoso apelativo del 'niño Gambia'.
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