Granada

Camino de los 1.000 días sin trenes

  • Un vecino actualiza cada día un cartel que cuenta las jornadas que arrastra Granada sin conexión ferroviaria

Adif ya ha instalado las vías del AVE a su paso por el barrio de la Rosaleda, donde se encuentra el llamado 'muro de la vergüenza'.

Adif ya ha instalado las vías del AVE a su paso por el barrio de la Rosaleda, donde se encuentra el llamado 'muro de la vergüenza'.

Cada mañana Alberto García, un vecino de la Rosaleda realiza la misma operación. Baja a la calle donde la asociación de vecinos del barrio tiene instalado un tablón de anuncios cubierto por un cristal. En sus manos lleva un número que coloca cuidadosamente en el cartel que él mismo ha pintado dentro de esta caja metálica. El letrero queda así: 857 días sin tren. Son los días que, en el momento del reportaje, Granada arrastra sin conexiones ferroviarias y completamente aislada en pleno siglo XXI. Lo que tantas veces ha denunciado la Marea Amarilla, el alcalde de Granada, Paco Cuenca los grupos municipales, la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía, los empresarios y cualquiera que intente venir a la provincia en ferrocarril y no puede hacerlo ante la total indiferencia del Gobierno central.

Alberto García compró los números hace alrededor de tres meses. Desde entonces tiene esa misión diaria: baja a la calle, -vive en un edificio cercano- y cambia la cifra. Espera no llegar a los 1.000 días sin trenes pero se teme lo peor. También cree que el conocido ya como 'muro de la vergüenza', situado a pocos metros del cartel ha llegado para quedarse ante el descontento de los vecinos de este barrio que tanto han luchado junto al resto de plataformas por un AVE soterrado en una sola fase. "Llevo cambiando esto tres meses. La idea surgió en la plataforma y me ofrecí para hacerlo", destaca García que ahora, con las vacaciones, se ha mudado a un municipio del Cinturón temporalmente. Sin embargo, eso no le quita las ganas de venir a Granada a cambiar el número que, según cuenta, compró en los chinos y pegó con esmero porque del calor a veces el pegamento se derrite y los números y las letras que denuncian el aislamiento de Granada se desparraman. "Hay gente que me dice que me tienen que dar un sueldo", bromea García que en ocasiones cambia el número muy temprano: En torno a las siete de la mañana.

A su juicio, lo que pasa en esta provincia no ocurre en ningún lado: "Esto es un caos y una vergüenza", denuncia con tono serio mientras señala el citado muro que se está construyendo en paralelo a la calle Jesse Owens a la vez que se instalan las vías de la Alta Velocidad. "Granada no se merece esto. Construir el AVE en superficie y este muro es un derroche de dinero para después tirar la pared y soterrarlo", remarca García que lleva 40 años viviendo en el barrio y confiaba en el enterramiento de las vías.

En su ritual de cambio de cifras del cartel donde ha pintado también dos relojes que evocan el "paso del tiempo" le acompaña este día Paco Rodríguez de la Marea Amarilla. Según cuenta, las plataformas que luchan por el soterramiento del AVE en su entrada a Granada, la variante sur de Moreda y la reconexión ferroviaria no tienen intención de rendirse. "Nosotros no nos vamos a desanimar. Vamos a seguir luchando porque vemos las injusticias que se están cometiendo en Granada pero también los problemas que se están generando en Loja", explica Rodríguez que critica con dureza cómo a pesar de las protestas "siguen las injusticias y el despilfarro". "No tiene sentido que digan que hay una segunda fase", explica Rodríguez que recuerda que el próximo 28 de agosto la Marea mantendrá una reunión con el alcalde de Granada para presentarle un proyecto de soterramiento alternativo. Sobre este documento, Rodríguez no desvela detalles. Reconoce que, una vez lo conozca el alcalde, se lo mostrarán al resto de grupos de la oposición, y de integrantes de la Mesa del Ferrocarril. Confían en que sea viable.

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