Granada

El Defensor del Paciente alerta de que el SAS "naufraga en la mediocridad"

  • Los granadinos ponen 179 denuncias por negligencia durante 2017, once menos que el año anterior

  • Las Urgencias, Cirugía y las listas de espera son los servicios con más reclamaciones

Concentración ayer frente al centro de salud de La Zubia en rechazo a la última agresión sufrida.

Concentración ayer frente al centro de salud de La Zubia en rechazo a la última agresión sufrida. / álex cámara

Los granadinos pusieron el año pasado 179 reclamaciones ante la asociación El Defensor del Paciente por lo que consideraron negligencia en la atención sanitaria recibida en los hospitales públicos. Una cifra que supone una reducción en 11 reclamaciones respecto a las interpuestas en 2016 (hubo 191 denuncias), el annus horribilis de la sanidad granadina con toda la crisis de la fusión. El año pasado, ya con la desfusión firmada y el inicio de la separación de los hospitales, comenzaron a bajar las quejas, pero siguen siendo muy superiores a las registradas en 2015, cuando hubo 142 reclamaciones a la asociación.

Según la Memoria de 2017 de la asociación, los hospitales de Granada no figuran entre los más demandados, que se concentran en Sevilla, Málaga y Córdoba. En cuanto a servicios, los que reciben más reclamaciones del SAS son las Urgencias, Cirugía General, las listas de espera, Traumatología y Ginecología. En su argumentario, en el que la asociación destaca la precariedad de los sistemas sanitarios y los efectos, por ejemplo, de las listas de espera, El Defensor del Paciente asegura que "Andalucía tampoco se salva de la quema". Según la asociación, "su sistema sanitario naufraga en la mediocridad, es el peor de toda España", califica contundente.

De Andalucía recibió la asociación el año pasado un total de 2.562 denuncias (frente a las 2.585 de 2016) repitiendo como segunda comunidad con más reclamaciones tras Madrid.

La asociación destaca el caso de las listas de espera, que "perduran estancadas e integradas por un total de 74.000 andaluces". Las patologías con más retraso y pacientes acumulados en espera son Neurocirugía, Traumatología y Oftalmología. Asimismo, la demora media para cirugía se sitúa aproximadamente en los 76 días. "Cabe matizar que entre 2011 y 2016 las listas de espera del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se incrementaron en un 26%, por esa razón cuesta creer que de repente aminoren con los recortes en contrataciones y la tremenda falta de sustituciones que hubo en verano, sin añadir el consiguiente cierre de quirófanos y la suspensión de citas".

Además, aseguran que los hospitales andaluces tienen un problema persistente de "caso organizativo". "La nula inversión se refleja en el mayor déficit del país en cuanto a presupuesto y personal de atención especializada", detalla en la memoria, que destaca que "el sacrificio y la entrega de la mayoría de sus facultativos es incuestionable pues subsisten en un clima al borde del precipicio".

Desde El Defensor del Paciente advierten de "los trucos que efectúa el SAS para maquillar las listas de espera vulnerando el Decreto de garantía de plazo de respuesta quirúrgica fijado en 180 días y que como desenlace recibió un severo reproche por parte del Defensor del Pueblo Andaluz". El caso tuvo que ver con un paciente del Hospital Virgen del Rocío al que tardaron 16 meses en intervenir de una hernia discal y que fue penalizado por acudir varias veces a urgencias por el agravamiento que padeció durante el tiempo de espera. "Este no es un hecho aislado, ha ocurrido en numerosas ocasiones. Si seguimos profundizando podemos encontrarnos con otras artimañas tales como presionar a los médicos de familia y especialistas para demorar la asistencia de los enfermos. Diferentes tretas para ocultar información y poder acicalar las cifras. Para que la bola de nieve engorde, signifiquemos también la detención de dos trabajadores del SAS en Granada, por parte de la Policía Nacional, al probarse que cobraban dinero por colar a pacientes para pruebas diagnósticas y citas con especialistas. Quizás seamos alarmistas, pero la realidad de este cúmulo de asuntos demuestra que las listas de espera del SAS son fraudulentas.

Por el contrario, según reconocen, la presidenta andaluza siempre ha negado la evidencia aferrándose a una gestión "transparente" a base de excusas como "errores puntuales" y "leyendas urbanas" o, por otros motivos, aludiendo al envejecimiento de la población.

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