Querer frenar el crecimiento de internet suena a ponerle puertas al campo. Aunque la batalla no está perdida ni mucho menos. Es lógico que las generaciones venideras sean las que más confianza demuestran en la venta online como así se deduce de un estudio reciente de la asociación de Consumidores y Usuarios (OCU) que marca la barrera digital en los 34 años. Según este informe, los consumidores tradicionales que van a las tiendas físicas todavía son mucho más numerosos que las que pasan por la 'caja electrónica' pese a que cada vez se vaya estrechando más la diferencia entre ambos.

La encuesta realizada a 696 personas de entre 30 y 74 años, constata que el comercio de barrio y cercanía sigue siendo el favorito de los consumidores, destacando mucho la aceptación que existe por las zapaterías. Igualmente, las cadenas especializadas son las predilectas para adquirir ropa, grandes electrodomésticos, ordenadores o móviles y tabletas. En este último producto, internet alcanza solo el 25 %.

El factor determinante para decidir una compra es la relación entra la calidad y el precio, aunque existen otros motivos en función del producto. Por ejemplo, los consumidores que se informan antes son los que menos se arrepienten una vez adquirido el producto, sobre todo en ropa (47%) y calzado (43 %).

En todo caso, la preocupación del sector es grande y solamente basta ver la última campaña de rebajas para notar el pesimismo entre las tiendas físicas. No es de extrañar que un comercio tan histórico como el Corte Inglés pidiera ayer mismo "reglas del juego homogéneas" para competir con los operadores digitales como Amazon. Y es que hecha la ley, hecha la trampa. Aunque en esta caso la ausencia de legislación clara es la que está convirtiendo el panorama en la jungla.