El proyecto de instalación de cámaras de videovigilancia en el Albaicín para evitar el vandalismo en el barrio sigue su curso, y parece que esta vez es la definitiva. Tras un periodo de tramitación de licitación que ha durado más de cinco meses, en unos días se conocerá la fecha exacta de su instalación, para tratar así de eliminar las pintadas que del entorno y disuadir a los grafiteros.

Así lo confirmo ayer el alcalde, Paco Cuenca. Según aseguró, el punto exacto en el que se encuentra el estado de la instalación de estas cámaras es "el final del proceso de licitación". Según Cuenca, "ya hay una empresa encargada de su instalación" y en un corto periodo de tiempo se conocerá la fecha exacta del posicionamiento de la videovigilancia en el barrio histórico para tratar de evitar así el vandalismo y las pintadas que se producen de forma continuada en el Albaicín.

La burocracia y el cambio de gobierno han retrasado el plan contra el vandalismo

Según el alcalde, se están teniendo en cuenta todas las consideraciones que la Comisión de Videovigilancia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) realizó sobre el proyecto en febrero del año pasado, y en breve se procederá a la instalación de las cámaras.

La tramitación burocrática -tras recibir la luz verde de febrero de 2016-, el cambio de gobierno local y un nuevo proceso de licitación, han hecho que el proyecto de videovigilancia en el Albaicín lleve parado tras más de un año y medio desde su aprobación.

El proyecto que autorizó la Comisión de Videovigilancia del TSJA consta de cámaras con sensores que sólo graban cuando cambia la textura de un monumento o hay movimientos extraños. De esta forma, el sistema permite compaginar la vigilancia contra el vandalismo con el derecho a la intimidad de los ciudadanos que circulen y vivan en el barrio del Albaicín.

Las zonas en las que las cámaras estarán situadas son la Puerta de las Pesas, el entorno del Palacio de Dar-Al-Horra, el aljibe del Zenete, la Puerta de Elvira y Puerta Monaita, zonas muy castigadas por grafiteros y vándalos.

Cuenca también informó ayer de que, además de la instalación de las cámaras de videovigilancia, el Ayuntamiento trabaja en dos líneas de actuación para evitar el vandalismo y las pintadas.

Una primera línea se encargará de educar y formar a la sociedad, de tal forma que será el área de Juventud la que estará presente en los centros educativos durante el próximo curso para hablar sobre la diferencia entre "arte urbano y pintadas y marranadas". La segunda línea será elevar el nivel de persecución y sanción para todos aquellos que, según Cuenca, "afean nuestro patrimonio y cualquier calle de Granada".

Estas líneas de actuación, junto a la limpieza del patrimonio y la instalación de cámaras ya comentada, es la vía que el Ayuntamiento propone para evitar el daño al patrimonio granadino.