Memoria de investigación de la UGR 2017

La década milagrosa

  • Pese a las carencias que propicia un entorno no demasiado 'amable' con la investigación, la Universidad de Granada compite de igual a igual con las mejores españolas y europeas

Investigador en el laboratorio de Antropología de la Facultad de Medicina.

Investigador en el laboratorio de Antropología de la Facultad de Medicina. / pedro hidalgo

"Nuestra política científica descansa en un plan propio de investigación". La inauguración del curso académico sirvió para que la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, destacara la columna que sostiene de una de las dos "misiones fundamentales" de la institución, investigar. La creación de un plan propio para cubrir las carencias que ya se advertían en el sistema fue una iniciativa pionera hace 25 años y que hoy "debe ser un referente" para el resto de universidades públicas andaluzas, según destacó el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, en el mismo acto institucional. Ese plan propio establece el rumbo del barco, y aunque desde dentro se reconoce la dificultad de superar ciertas inercias, de apostar por objetivos más ambiciosos y salir de la 'zona de confort' que , los datos revelan que el trayecto recorrido en la última década es notable, e incluso "un milagro", como reconoció la propia rectora. En un entorno que poco tiene que ver con la pujanza económica de las grandes capitales europeas o incluso nacionales, con el "déficit crónico en infraestructuras" y "asfixiada" por las incertidumbres del contexto económico -según análisis hecho por la propia Aranda- la UGR es "capaz de competir".

Los datos avalan esta radiografía. La producción científica en 2016 ha alcanzado un volumen de 2.932 trabajos de investigación contabilizados en Web of Science (WoS), lo que supone una mínima reducción con respecto al año pasado (-3,6%) pero que se compensa con la mejora en otros indicadores de peso. Si se echa la vista atrás, en 2006, el número de trabajos en WoS era de 1.428. En cuanto a los trabajos citables, en el último ejercicio fueron 2.541, prácticamente la misma cifra que en 2015 y más del doble que hace diez años, cuando se contabilizaron 1.170 trabajos citables.

Para Aranda, "nuestra política científica descansa en un plan propio de investigación"

Para los investigadores, producir es importante, pero el impacto de sus trabajos es fundamental. En esto la UGR puede lucir sus galones. La institución ha alcanzado, según la información de la Memoria de Investigación 2017 del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia, "su máximo histórico de trabajos indexados en Q1", esto es, en revistas del primer cuartil, las que tienen un índice de impacto más alto en la categoría del Journal Citacion Reports (JCR). En total, han sido publicados en 2016 en Q1 1.331 trabajos, lo que supone el 54,15% del total y cinco puntos porcentuales más que en el año anterior (con 1.234 trabajos en revistas del primer cuartil). El porcentaje del pasado 2016 iguala el dato de la media nacional (54,14%) y supera en dos puntos al de la Unión Europea (52,94%), según destaca la Memoria. Hace diez años, el número de trabajos producidos por investigadores de la UGR y que eran publicados por las revistas más prestigiosas era de 447, lo que suponía un 43,4% del total, prácticamente once puntos porcentuales menos que en 2016. Ese mismo dato pero en relación con España, indica que la institución granadina ha conseguido avanzar a un ritmo mucho más elevado que el resto de su entorno más inmediato. En 2006, en España, el porcentaje de trabajos indexados en el primer cuartil del JCR fue del 48,89%. Diez años después, esa tasa había mejorado en poco más de cinco puntos porcentuales (como ya se ha referido, 54,14%). En la Unión Europea el avance es más moderado, desde el 48,52% de 2006 al 52,94% de 2016. En Estados Unidos este indicador incluso ha bajado. Hace diez años era de 56,99% mientras que en 2016 quedó en el 55,07%.

El impacto normalizado según el número de citas también mejora en 2016 con respecto al año anterior. Se sitúa en un valor de 1,28. "Es decir, superamos la media mundial de citación en un 28%", indica el documento elaborado por el Vicerrectorado. Además, el dato de la UGR es mejor que la media nacional (1,20), la europea (1,18) "e iguala la media estadounidense" (1,28).

Una de las claves que explican este avance es la colaboración internacional. Tal y como explica la Memoria, "los trabajos científicos firmados con centros de I+D extranjeros se ha incrementado sustancialmente". La tasa de colaboración ha repuntado en un año en más de cuarto puntos porcentuales, del 50,10% del año 2015 al 54,56% del pasado ejercicio. En 2012, este indicador estaba en el 35,81%. "Una de cada dos publicaciones se realizan en colaboración con algún socio internacional", reseña el documento del Vicerrectorado. "Su estrategia conceptualmente es simple", detalló el consejero de Economía, que incidió en la importancia de las "conexiones internacionales" para alcanzar un papel de referente en el mundo académico.

Otra de las claves son las citas, elemento que da "prestigio" a la investigación, indicó Ramírez de Arellano. En el quinquenio 2012-2016 la UGR ha publicado 205 papers "altamente citados". Es la quinta universidad española y la primera andaluza en este indicador. Por delante, las universidades catalanas y madrileñas, que crecen al amparo de un entorno mucho más propicio.

El papel que ejercen los propios investigadores también es muy relevante. En la clasificación de investigadores elaborada por el CybermetricsLab del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. De entre los 1.612 científicos que aparecen, sólo siete pertenecen a universidades españolas. Y dos son de la UGR: Francisco Herrera (de Ciencias de la Computación) y Juan Antonio Aguilar (Física Teórica y del Cosmos). Precisamente la atracción de 'cerebros' es uno de los elementos en los que se trabaja en el Vicerrectorado de Investigación, que el pasado curso puso en marcha el programa Athenea, que ofrece sueldos que pueden competir con los que ofrecen instituciones científicas punteras en otros países y el atractivo de trabajar en una universidad como la de Granada para pescar -o incluso repescar- talento investigador. Se pretende atraer a científicos de todas las áreas con experiencia en la captación de fondos europeos -como los del European Research Council (ERC), en los que la UGR, en la última edición, no ha conseguido que ninguno de sus investigadores sea seleccionado- y, de este modo, incorporar a la plantilla elementos capaces de 'tirar del carro' hacia nuevas líneas de investigación, sobre todo en investigación de frontera, como se conoce a la ciencia más innovadora.

Todos estos avances se han hecho pese a la larga travesía en el desierto que ha supuesto -también en el ámbito científico- la crisis económica de los últimos años. Los recortes se dejaron sentir con crudeza en la política de inversiones públicas -la privada siempre ha estado a niveles muy discretos- a centros y departamentos y, ahora, tras dos años anunciándose que la crisis es pasado, las administraciones -en este caso la Junta- ha asumido que es el momento de "normalizar" la situación y volver a los niveles de inversión anteriores a la hecatombe. Queda por ver si el compromiso -expresado por el propio consejero de Economía en Granada- se sustancia en las anunciadas convocatorias para infraestructuras científicas y convocatorias del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (Paidi), que prevé invertir este año, según el consejero, 460 millones de euros en la comunidad. Queda camino por recorrer. Los datos aportados por la Memoria del Vicerrectorado de Investigación indican que en los últimos cinco años no se han convocado en Andalucía, por parte de la Junta, convocatorias para predoctorales ni doctores excelencia. Los postdoc talentia se convocaron en 2014 y 2015, y desaparecieron en 2016.

En cuanto a las convocatorias del Ministerio de Educación a las que ha podido acogerse la UGR, de 30 contratos predoctorales para la formación de doctores (FPI) en 2012 la UGR pasó a contar con 19 un año después. Para el pasado ejercicio la convocatoria cubrió 25 puestos en la institución granadina.

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