Granada

La escultura de Frascuelo, de rojo

  • La pieza, obra de Ramiro Megías, amaneció ayer de esta guisa, obra de algún vándalo

La escultura dedicada al torero Salvador Sánchez, conocido como Frascuelo ha sido la nueva víctima del vandalismo que impera en esta ciudad. Alguien ha decidido que la escultura, obra del escultor Ramiro Megías, no merece lucir en el Bulevar de la Avenida de la Constitución y le ha vertido un bote de pintura roja por encima. Tal cual. Sin dejar ningún mensaje aclaratorio. Sin dar ninguna explicación.

Algunos de los viandantes que paseaban ayer por la zona se quedaron incrédulos al ver cómo ha quedado. "Esto ha podido ser alguien que no quiere toros", dijo una señora que no encontraba una explicación para este atentado contra el patrimonio de la ciudad. No obstante, por el momento es una auténtica incógnita el motivo por el que solo la escultura del torero ha sido manchada de rojo sangre. No es la primera vez que las esculturas de la Constitución sufren un acto vandálico de estas características. En febrero de 2014, la dedicada a Federico García Lorca amaneció con otra mancha de rojo sobre el libro que reposa en sus manos, el Romancero Gitano. A pocos metros, el también poeta Manuel Carrasco presentó ese mismo día una pegatina y algunos escritos en boli. En apenas un par de días, el Ayuntamiento de Granada dio la orden para la limpieza de estas esculturas que muy pronto lucieron perfectas.

Años atrás, la escultura de Lorca también perdió un pie, algo que en aquel entonces se atribuyó a un accidente. El resto de las esculturas que adornan el Boulevard de la Avenida de la Constitución como el Gran Capitán, Eugenia de Montijo o Elena Martín Vivaldi no presentan en estos momentos desperfectos. Todas ellas fueron inauguradas en el año 2010 en un acto que contó con una gran expectación vecinal y la presencia, incluso, de Laura García-Lorca. Los escultores que desarrollaron este trabajo fueron Miguel Moreno, José Antonio Castro, Miguel Barranco, Juan Antonio Corredor y Ramiro Megías con el que se rinde homenaje a estas figuras que han marcado la historia de la ciudad.

Según detalla José Luis Delgado en su artículo, Frascuelo y su inmortal paseíllo, el torero no solo destacó por su participación en las corridas, si no también por su humanidad: "Debió ser generoso el torero granadino cuando las crónicas lo asocian a La Chata que en tantas ocasiones demostró su acercamiento a los más necesitados, siendo por ello muy querida por el pueblo. En más de una ocasión toreó Frascuelo en Granada a beneficio de los pobres; tal vez sea la más nombrada aquélla del 3 de abril de 1880 en la que compartió cartel con Lagartijo y Cara Ancha; o aquella otra en la que él solo se encerró con seis toros del Duque de Veragua comprados a su costa, y cuyos beneficios fueron para los pobres de Granada y Churriana", explica Delgado.

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