Los vándalos que se mueven a golpe de spray en la ciudad han confundido las paredes recién pintadas de blanco de calle Elvira con un lienzo a su disposición. Así, según denunció la pasada semana la asociación de vecinos del Bajo Albaicín, en los muros que habían sido blanqueados con un plan municipal de limpieza empiezan a aparecer las primeras firmas a todo color con mensajes en ocasiones indescifrables. También hay quien cree que la poesía y el texto ejemplarizante tiene cabida en estas paredes y ha puesto en un rojo estridente: Vuestro odio no cabe en nuestras calles.

"El incivismo de algunos se ha convertido en un verdadero ataque a la convivencia. No han terminado de limpiar la calle ¡parecía otra! y vuelven a la carga cuatro desaprensivos. Y es preciso que el Ayuntamiento incluya junto a la limpieza medidas contundentes para evitar esta burla a los vecinos y ciudadanos de Granada y a cuantos nos visitan", detalla la asociación en su web.

Las cámaras tiene como objetivo captar cualquier movimiento 'raro' que se produzca

Precisamente el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, destacó ayer que el Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan de concienciación en centros escolares para evitar las pintadas en espacios no permitidos. Se insiste en los bienes de interés cultural pero también en cualquier muro que pueda sufrir los efectos de los sprays especialmente en el casco histórico y entornos protegidos. Sobre esto anunció que el plan de limpieza de pintadas que comenzó en los barrios históricos se extenderá a otras zonas de la ciudad.

Este programa se complementa con la colocación de ocho cámaras en cinco bienes de interés cultural que ya están completamente operativas, según explicó ayer alcalde en una rueda de prensa en el Parque de las Ciencias. Los aparatos, que están instalados en los entornos del Arco de las Pesas o (recientemente libre de pintadas), el Aljibe del Rey, el palacio de Dar al-Horra, el Arco de Elvira, Puerta Monaita y Aljibe del Zenete tienen como objetivo captar cualquier movimiento extraño que se produzca y que se notificará automáticamente a la Policía Local para que inicia la actuación pertinente.

Así, Cuenca subrayó que el uso de las cámaras facilita una acción de control y vigilancia y permiten tomar medidas "con toda la contundencia" para perseguir a los que pinten, que se enfrentan a sanciones de hasta 25.000 euros, como la impuesta recientemente por un juzgado. Además, explicó que de momento la transmisión de imágenes de las cámaras no ha generado alertas aunque sí ha permitido apreciar "algunas acciones de merodeo en el entorno", aunque sin daños.

En este sentido, el alcalde reconoció que evitar los actos vandálicos y los daños patrimoniales es "tremendamente complicado" y detalló que la instalación de estas cámaras ha concluido tras un proceso administrativo "complejo". Prueba de ello es que la pasada semana se presentó el resultado de otro plan de limpieza de grafitis en este caso en los aljibes de la ciudad. El del Zenete, uno de los que ya está protegido por el nuevo sistema de videovigilancia, ya cuenta con pintadas nuevas.

La intervención, que arrancó en el año 2016 tras la firma de un convenio de colaboración suscrito entre la Fundación Albaicín y la Fundación Agua Granada con una vigencia de dos años, se ha desarrollado en dos fases, una primera llevada a cabo en 2017 y que permitió la intervención en 18 aljibes, y la última, que acaba de finalizar la pasada semana, en los 19 restantes. Cada una de las intervenciones, según indicó el Ayuntamiento, ha supuesto una inversión de 8.000 euros.