García Lorca

El secreto de la mortaja y sepultura en Valderrubio

  • Los testimonios inéditos que aporta una investigadora lorquiana aseguran que los restos del poeta están en el panteón de un amigo de la familia.

La hispanista e investigadora lorquiana Natalia Arsentieva aporta ahora nuevos datos que situarían los restos del poeta en el cementerio de Valderrubio, amortajado y sepultado en el interior del panteón familiar que construyó Eloy Mazuecos Rueda, un hombre pudiente de la zona y que sería amigo del padre de Federico García Lorca.

Esta nueva hipótesis se basa en los testimonios inéditos desvelados a esta investigadora por dos personas de la pedanía de Casanueva, descendientes de una mujer que recordaba haber participado en su juventud en las tareas de amortajamiento realizadas en secreto para dar sepultura de noche a un cuerpo en el cementerio de la zona, que es el actual camposanto de Valderrubio. Se trataba, según este testimonio, del cadáver de García Lorca.

Esta nueva teoría que apunta la investigadora rusa de la Universidad de Granada estaría en la línea de quienes sospechan que el cuerpo fue desenterrado del barranco de Víznar o del lugar donde fuera sepultado por sus ejecutores tras el fatídico 18 de agosto de 1936.

La operación de traslado, amortajamiento y sepultura en el cementerio de Asquerosa (anterior nombre de Valderrubio) se habría hecho a instancias del padre del poeta, Federico García Rodríguez, y de su amigo o conocido Eloy Mazuecos. Ambos eran hombres "influyentes y adinerados" de aquella zona, donde transcurrió parte de la infancia del escritor y de cuyas gentes y lugares éste tomó la inspiración para algunas de sus principales obras.

Arsentieva explicó a Granada Hoy que estas nuevas pistas le llegaron de forma "casual", en agosto de 2014, cuando se encontraba en Casanueva (pedanía de Pinos Puente situada junto a Valderrubio) tomando testimonios para sus trabajos de investigación sobre la vida y obra de García Lorca.

Aquel 20 de agosto, recuerda la hispanista, dos vecinos de la localidad le dijeron que ellos sabían dónde estaban los restos de Lorca porque era un secreto familiar transmitido por una de sus ascendientes antes de morir. Ellos se ofrecieron a llevar a la investigadora hasta el lugar donde, según los testimonios, se habría enterrado al poeta de forma clandestina, pero siguiendo el rito tradicional. Arsentieva relata su sorpresa aquel día cuando el coche en el que la llevaban se dirigió hacia Valderrubio y llegaron hasta el cementerio, donde le señalaron la bóveda funeraria de la familia Mazuecos y le contaron la historia transmitida en sumo secreto, dentro de su familia.

Se trata de un panteón de planta rectangular, sin estatuas u otros ricos ornamentos, en el que hay lápidas correspondientes a 27 personas de esta familia, ya sean descendientes directos o por matrimonio.

De los testimonios que abren esta nueva hipótesis sobre el paradero de los restos de Lorca, Arsentieva sólo ha aportado por ahora sus iniciales, A. R. y J. H., porque asegura que estos dos confidentes prefieren mantenerse en el anonimato. ¿Por qué? La investigadora asegura que ellos le hablaron de "temor" y respeto a otros miembros de su familia. Cree que la decisión de mostrar el lugar del enterramiento fue "un acto espontáneo" por su parte, sin premeditar cuándo y por qué.

Natalia Arsentieva reconoce que al recibir aquella información no le pudo dar toda la importancia, por la escasez de pruebas. También admite que la labor de seguimiento para hallar más pistas está por hacer, dado que su tarea en la Universidad y su propia investigación sobre Lorca difiere de la indagación sobre la muerte del poeta. No obstante, considera que es una "pista inesperada" que debe aportar y hacer pública por si aparecen nuevas pruebas y testimonios.

Después de la revelación, Arsentieva sí ha pensado mucho tiempo en esta hipótesis basada en los testimonios de los descendientes de la joven que supuestamente debió de trabajar para la familia Mazuecos. Y ha llegado a la conclusión de que sí tiene una enorme lógica, que entronca con las tradiciones y las circunstancias de la familia García Lorca. "Es muy duro perder a un hijo en la edad florida, pero no menos amargo es irse sin darle sepultura digna", teniendo en cuenta también "su posición social, cultural y humana". Se refiere la investigadora a que el padre de García Lorca tenía posibles (tanto económicos como de amistades e influencias) para haber intentado dar sepultura a los restos de su hijo, en vez de dejarlos en un lugar indeterminado junto al resto de fusilados.

El sitio que habría sido escogido para enterrarlo (el cementerio de la antigua Asquerosa, donde también se daba sepultura a la gente de otras pedanías de la Vega de Zujaira) reúne varias condiciones óptimas, a juicio de la investigadora.

Por un lado, sería menos peligroso llevar el cuerpo en secreto a un tranquilo pueblo de la Vega y enterrarlo allí de acuerdo con las tradiciones y las creencias religiosas. Y de otro lado, era un lugar donde el padre tenía personas de confianza para realizar las tareas de amortajamiento y para encontrar un lugar seguro donde dar sepultura a su hijo. Para ello, según esta teoría, García Rodríguez habría contado con la colaboración activa de Eloy Mazuecos Rueda, un hombre de familia pudiente que por aquellas fechas mandó construir el panteón donde se encuentran los restos de muchos de sus descendientes.

El perfil que se conoce de este promotor de la bóveda familiar Mazuecos, donde podría haber albergado los restos de Federico García Lorca, es el de un hombre de familia con tierras (tenía 10 hermanos) que, contradiciendo el hábito de la época, no contrajo matrimonio y no dejó descendencia directa. Según otros testimonios que ha recogido Arsentieva, este amigo de los García Lorca vivía en Valderrubio (Asquerosa) y tenía propiedades y coche de caballos, pero al parecer era de pensamiento liberal, más en la línea de la familia de Federico.

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