"Las colas han desaparecido por completo". Es el resumen del primer día en el que el nuevo sistema de venta de entradas para acceder a la Alhambra funciona al cien por cien. Las taquillas instaladas en el Generalife están extrañamente vacías y sólo los despistados o los que no han podido imprimirlas usan unas dependencias que, hasta hace sólo unos meses, estaban atiborradas de turistas. El nuevo sistema de entradas, puesto en marcha el domingo 1 de octubre, ha estado conviviendo este tiempo con el que implantó en 2007 la anterior dirección y, desde ayer, es el único que permite acceder a los palacios nazaríes, justo una semana antes de que la Audiencia de Granada haga pública el próximo 8 de enero la sentencia del llamado 'caso Alhambra', que sentó en el banquillo de los acusados a medio centenar de personas por un supuesto fraude en la venta de entradas y el control de accesos al monumento en el periodo entre 2002 y 2005. El caso quedó visto para sentencia el 19 de diciembre de 2016 y, hace apenas una semana, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, señaló que "un año excede del plazo razonable para el dictado de una sentencia". Unos días después se anunció que será el 8 de enero cuando llegue el dictamen de la Audiencia, coincidiendo además con una nueva era en el control de los accesos al monumento.

Según Reynaldo Fernández, actual director del Patronato de la Alhambra y el Generalife desde 2015, el nuevo sistema de venta de entradas se ha ido imponiendo de forma "natural" desde el pasado mes de octubre y, ya en los últimos días, las colas "han desaparecido". "Es un sistema ágil que además ofrece más seguridad porque las entradas son nominativas y se pueden imprimir en casa o en el hotel, además de permitir un control exhaustivo porque permite saber en todo momento en qué parte del recinto se encuentran los visitantes", asegura. Además, las entradas incluyen un código QR único que va asociado al DNI o pasaporte de los visitantes que las adquieran. En el caso de compra familiar o para grupo, sólo es posible la adquisición de cinco entradas por cada compra. Además, durante la visita es obligatorio pasar las entradas por los diferentes lectores distribuidos por el recinto. Esto permitirá conocer en qué lugar y hora se encuentra cada visitante.

El sistema implantado por la empresa Hiberus, que se impuso en el concurso público a entidades como TicketMaster o Entradas.com, permite centralizar los procesos de gestión, reserva, compra de entradas y control de aforo dentro de un único sistema con el fin de ofrecer, por un lado, un mejor servicio al cliente y, por otro, una máxima capacidad de análisis, respuesta y control. También cuenta con un sistema de análisis inteligente que recopila todos los datos generados por la venta y reserva de entradas que permite optimizar los recursos disponibles y generar nuevas experiencia de compra a los clientes, además de aplicaciones gratuitas para dispositivos móviles o funcionalidades como Print at home y Passbook o Pass Wallet.

La Alhambra recibe una media de 200 visitas cada media hora y precisamente es enero el mes en el que, según los últimos registros históricos, es menor la afluencia de turistas. "Este nuevo sistema es un paso más hacia la eficiencia", defiende el director de la Alhambra una vez que las tradicionales colas para recoger las entradas ya forman parte del pasado. El cambio del sistema de entradas aleja aún más el proyecto del Atrio ya que, como subrayó el propio Reynaldo Fernández, "modifica el planteamiento y no es necesaria una zona de recepción muy grande para los turistas".