El turismo reivindica una "nueva revolución" para el destino Granada

Galardones

La Federación de Hostelería recupera el "espíritu del Duque" diseñando un plan estratégico para aumentar las estancias.

Sus premios reconocen a los embajadores del sector.

Foto de familia de los premiados.
Foto de familia de los premiados. / Álex Cámara
Guadalupe S. Maldonado

granada, 25 de noviembre 2016 - 08:37

El "espíritu del Duque" estuvo ayer muy presente en el Palacio de Congresos de Granada. No sólo porque la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo celebrara los premios que llevan el nombre de Julio Quesada, Duque de San Pedro de Galatino; ni porque se reconociera a sus dignos sucesores; sino, sobre todo, porque su carácter revolucionario tuvo más protagonismo que nunca.

Los premios que cada año otorga la Federación -que en su XVIII edición han reconocido la trayectoria del Centro Artístico, de la Venta del Peral, de la Escuela de Hostelería y Turismo Hurtado de Mendoza, del Hotel Los Ángeles y del mejor expediente académico de la UGR- son la mejor plataforma posible para que la industria turística se haga oír. Y ayer reivindicó con fuerza una "nueva revolución", un nuevo punto de inflexión que sirva como "ilusión compartida" y que lleve a la ciudad ya la provincia turística a donde se merece.

El presidente de la Federación de Hostelería, Trinitario Betoret, aprovechó ayer el 'altavoz' de los premios Duque San Pedro de Galatino para reivindicar mayor altura de miras; para animar a empresarios e instituciones a "valorar más" el sector; y para tirar de las orejas a quienes e refugian "en la zona de confort de la mediocridad". Granada, apuntó Betoret, ha dejado pasar grandes oportunidades que podrían haber constituido ese punto de inflexión que necesita el destino, como el teleférico, la Marina de la Costa Tropical, la ampliación de Sierra Nevada, la potenciación de la figura de Federico García Lorca o la explotación de su condición de cuna de la zambra y del arte flamenco.

Pero no es tarde. "La Federación mira con perspectiva positiva las posibilidades de crecimiento de la provincia, y manifiesta su firme voluntad de alcanzar conjuntamente, a través de la colaboración público-privada, las mayores cotas de desarrollo económico y social". Aunque es tarde para abordar algunas de las oportunidades perdidas -no todas, por supuesto-, el empresariado turístico se mostró dispuesto a involucrarse al máximo en los que están por venir, como el acelerador de partículas o los proyectos vinculados al nuevo plan de Grandes Ciudades de la Junta.

El presidente de la Federación apuntó que los empresarios tienen la "imperiosa necesidad" de apreciar y dignificar el sector turístico, ya que en muchos casos es "una cuestión de supervivencia" económica. "La provincia de Granada no es un destino mediocre, no es un destino donde se come por ocho euros de tapas, no es una escapada barata de fin de semana a una vivienda de uso turístico", apuntó Betoret. Pero en esa lucha por dignificar el sector, los empresarios necesitan de las administraciones. El presidente de los hosteleros pidió la "complicidad" de las instituciones para desarrollar el Plan Estratégico de Turismo elaborado por la Federación, cuyas líneas maestras de trabajo pasan por fomentar el turismo cultural y el segmentos de congresos, reuniones y eventos. "Con esos dos parámetros y la firme voluntad de todas las partes lograremos el objetivo de incrementar y consolidar el crecimiento de las pernoctaciones y minimizar la estacionalidad, con la consecuencia lógica de mayor gasto por turista y mayor conocimiento de nuestra oferta".

En una jornada tan reivindicativa, con protesta sindical incluida por el bloqueo del convenio colectivo, el presidente de la Federación también aprovechó para asegurar que "no hay conflictividad laboral", que en el sector existe un "compromiso de colaboración mutua entre la mayoría de los empleados y empresarios". Betoret aseguró que "sencillamente, no hay conflictividad", a menos que se quiera "crear artificialmente". El presidente de los empresarios recordó que el convenio sigue vigente y no hay ningún empleado "en situación de desamparo", reivindicando la necesidad de adaptar el acuerdo a "la realidad social y empresarial de los tiempos actuales", en los que las empresas siguen "ajustando pólizas y deudas y saneando" las cuentas.

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