Pedro Enríquez es un poeta desafinado. Escribe poemas lo mismo que necesita respirar. Poeta de silencios que impulsa una escritura de mucha música. Uno de los escritores más hondos cuyas raíces han llegado a Sudamérica y Marruecos. Acaba de publicar Poesía para desafinados, que incorpora la obra pictórica de Carmen Martínez: Ver para leer con los sentidos, que ha dicho la pintora.

-Hola Pedro, ¿cómo te encuentras?

-Hola Andrés, bien, más o menos, como las matemáticas inexactas, una unión de fórmulas que a veces están bien formadas y otras faltan variables.

-¿Restablecido totalmente de tu episodio de salud?

-Queda un trabajo de fontanería, un corta y pega, pero estoy seguro de que va a ser un éxito. Confío plenamente en el especialista que lo va a realizar.

-Has publicado recientemente 'Poesía para desafinados'.

-Sí. Un libro de poemas que ya está caminando sus primeros pasos, o su primer vuelo, publicado por Ediciones Puerto, en Puerto Rico.

-Parece un libro diferente.

-Intento describir con ironía, amor y soledad, momentos de la vida que nos desafinan profundamente, como un instrumento musical que no fuera capaz de entrar en sintonía con lo que le rodea. Pienso que hay que ser inconformista, para ello tenemos que partir de una intención, la de crear algo diferente. Es un libro para la reflexión.

-Mayor Zaragoza ha escrito unas palabras sobre tu libro, ¿no?

-Sí, un texto lúcido que es recogido en el libro. Entre otras reflexiones escribe: Gracias, Pedro, por tus poesías a los "desafinados", en especial a los que desafinan en el coro de la uniformización y se enfrentan a quienes pretenden tenernos monocordes y sometidos.

-¿Todos estamos desafinados?

-Es un estado natural del ser humano. Lo importante es ser consciente de pertenecer al club de los desafinados en contra de una afinación manipulada. Por cierto, Andrés, ¿tú cómo te sientes?

-Yo me siento desafinado también, no te preocupes.

-A mí sería mejor preguntarme en qué estoy afinado. La verdad es que no consigo dar las notas de acuerdo a la partitura, se escapan al control, a los cánones establecidos.

-Me consta que en Sudamérica eres un poeta muy reconocido. ¿Más que aquí?

-Ya sabes lo del profeta en su tierra. He sido premiado y reconocido por mi trayectoria y obra en diversos países de Sudamérica. Y aquí casi desnudo como los hijos de la mar, que escribió Machado. Pero esto lo hablaremos con tranquilidad. -¿Y que incluso eres maestro de una orden de Perú?

-Sí, es uno de los momentos de mi historia de vida que tengo mejor recuerdo: me hicieron entrega de la Condecoración con la Orden José María Arguedas en el Grado de Maestro, en Cusco.

-¿Hay más poetas que lectores de poesía?

-Los lectores de poesía aumentan día a día gracias a las redes sociales y cada poeta tiene su anónimo lector. La poesía está hoy muy viva, en ebullición, en la voz manantial de grupos de poetas jóvenes y algunos festivales de poesía.

-Por cierto, ¿qué te parece el Festival Internacional de Poesía que se ha celebrado en Granada?

-Yo creo que los festivales son manifestaciones de la efervescencia poética de Granada. Bienvenidos todos, que diría Miguel Ríos.

-¿Le ves futuro a los libros de poesía?

-Se publican más títulos que nunca de libros de versos, para compartir entre los amigos, adornar estantes, regalar a bibliotecas…, y no parece que decaerá esta tendencia. Pero lo importante es la Poesía, la que no tiene tiempo, en todas sus formas de expresión. Y es reconocible.

-De los grupos poéticos de Granada... ¿te sientes más cercano a alguno?

-¿Grupos poéticos en Granada? ¡Ahora me entero!

-¿Sigue en Granada esa lucha incruenta entre poetas?

-Ya Góngora y Quevedo andaban a la gresca por el sigo XVII, no es de extrañar que hoy existan. De haberlas, que haylas, lo perverso sería la cobardía del anonimato y que se inauguren actos de duelos poéticos.

-¿Todo es poesía en Granada?

-Luces y sombras. Poesía y cuento. Me ha recordado a un conocido que cuando no tenía algo claro decía: eso es poesía.

-¿Y Granada es poesía?

-Tiene todas las palabras para escribir y ser la mejor Poesía, pero faltan artesanos que se lo crean, sin mirar sólo sus manos, mentes abiertas y valientes para unirse en el mejor poema que aún no se ha escrito.

-Pero la poesía no vende.

--Vender, vender, poco. Creo que sólo en una ocasión me han enviado un talón por derecho de autor. Lo enmarqué y no lo cobré.

-¿Si eres poeta ligas más?

-Ahora que lo dices, con todos los cursos que hoy se ofrecen, podría crearse uno que se titulara: La poesía como instrumento de seducción. Lo que emociona, seduce. Podemos tantear si habría interés.

-Perdona mi desinformación... ¿La revista 'Ficciones' que tú diriges sigue saliendo?

-No. Fue una aventura que concluyó con la crisis económica. Quedan para la historia de las revistas algunos números que dan testimonio de una época y del maravilloso esfuerzo de un grupo de escritores unidos en un camino del arte.

-¿Quién ganará este año la liga?

-El mejor equipo y que además le acompañe la suerte. Como la vida misma. En Safi, Marruecos, no hace mucho, me dieron la mejor habitación de un hotel al preguntarme el recepcionista de qué equipo era y responder que del Madrid.

-¿Cómo te gustaría que titulara esta entrevista?

-Pedro Enríquez, un poeta desafinado.

-Eso va en la entradilla.

-Pues como quieras.