Los días siguen pasando sin que el Granada CF anuncie ninguna incorporación a su plantilla. Aunque la dirección deportiva tenía como objetivo cerrar dos fichajes antes del partido contra Osasuna, que se juega el domingo, a cuatro días para el mismo desde el propio club ya no sólo descartan que ante los navarros haya una cara nueva sobre el terreno de juego, si no que directamente es imposible que se concrete algún fichaje.

El club sigue trabajando en crear espacio en la plantilla a la vez que trata de avanzar en varios frentes, entre cuatro y ocho según pudo saber esta redacción, aunque sin trascender ningún nombre. Una lista de la que se han caído Isaac Success y en la que permanecen Doucouré y Júnior Caiçara, cuyas operaciones se pueden dilatar en el tiempo más de lo esperado, al igual que la de Adrián Ramos, donde el Granada tiene poco que hacer hasta que Borussia Dortmund y Chongqing Lifan se sienten a hablar del colombiano.

Una información que trascendió ayer fue el portazo que le dio al Granada el central brasileño Luisão. El jugador del Benfica rechazó una oferta del conjunto rojiblanco por temporada y media y dos millones de euros, según el diario deportivo portugués Record. Luisão es un futbolista de 35 años que acaba contrato a finales de esta temporada, por lo que desde el 1 de enero tiene libertad para negociar. Sin embargo no se trata del perfil de jugador que busca la dirección deportiva para el eje de la defensa por su edad, según pudo saber este diario.

El gran problema que se está encontrando el Granada en este mercado se parece bastante al supuesto caso Luisão. Fuentes próximas a la dirección deportiva insisten en las enormes dificultades que se está encontrando la entidad para fichar, ya que algunos de los jugadores pretendidos están forzando a Piru en la negociación sabedores de que el Granada necesita refuerzos. El club no quiere pagar duros a cuatro pesetas, como se diría de forma castiza.

La situación clasificatoria tampoco está ayudando, dejan caer esas mismas fuentes, al igual que la ausencia de movimientos importantes dentro del fútbol español, como si algunos clubes estuvieran esperando a que se acerque el cierre del mercado para que los jugadores y los equipos rebajen las pretensiones económicas.

A la falta de incorporaciones se suma la parálisis en la salida de jugadores de la plantilla rojiblanca. Ayer se concretó la marcha de Jon Toral, uno de los primeros fichajes de la era Jiang Lizhang en el Granada. El Arsenal londinense, ante la falta de minutos que acumula el mediocampista de Reus, decidió ejecutar una cláusula de recuperación que tenía sobre el futbolista en el caso de que no tuviera continuidad en el equipo rojiblanco. Su próximo destino será el Rangers FC de Glasgow, el heredero del equipo escocés desaparecido en 2012 y refundado poco después. Toral se marcha de la disciplina granadinista tras jugar 266 minutos en seis partidos, de los cuales en cinco fue titular, uno de ellos en la Copa del Rey. Precisamente en esta competición marcó su único gol como rojiblanco, y que sirvió al Granada para ganar su primer encuentro de la campaña.

La marcha de Jon Toral se une a la de Kelava hace ya más de una semana, por lo que en diez días de mercado el club sólo ha podido 'colocar' a dos futbolistas. Del resto de salidas no se sabe nada. El caso más evidente es el del esloveno Rene Krhin, que finalmente no recalará en el Birmingham. Aunque el acuerdo estaba cercano, al jugador no le convence la idea de jugar en el club inglés y ya ayer entrenó a las órdenes de Lucas Alcaraz. Era la única oferta en firme por él.

También la mala temporada del equipo está influyendo en la falta de ofertas a miembros del plantel. Por el francés Tabanou no se ha recibido ninguna pretensión, al igual que por Barral, sobre el que circulan muchos rumores pero ninguna propuesta en firme para llevarse al gaditano. En las últimas horas sonó con fuerza también la opción de que Oier Olazábal abandonara el Granada rumbo al Levante, que podría perder a su portero por un interés del Athletic Club. Sin embargo, desde la entidad granadinista estiman que es "muy difícil" que el guipuzcoano salga del club, a pesar de que el futbolista, que en las últimas tres temporadas apenas ha jugado en Granada y Real Sociedad, estaría interesado en recalar en el club granota, líder destacado de la Segunda División y principal favorito al ascenso.

Así, el Granada vive ahora mismo una situación de bloqueo total tanto en las salidas como en las llegadas. Ni la visita del dueño de la entidad ha servido para revitalizar y desatascar la situación. Sólo el final del mercado, otra vez, puede despejar el panorama. Pero para eso queda más de medio mes.