La Alhambra abrió ayer su corazón al público, esa especie de órgano que bombea toda la información de la que se nutren los investigadores para plantearse cualquier trabajo de conservación o restauración. Aunque sólo los especialistas acostumbran a moverse entre tan valiosa documentación, el casi medio centenar de personas que consiguieron plaza ayer pudieron disfrutar de las visitas guiadas por las entrañas de esta especie de cofre que guarda las joyas del patrimonio bibliográfico del monumento nazarí. Y es que la Alhambra celebró el Día Internacional de los Archivos con una serie de visitas guiadas para dar a conocer parte de sus fondos y colecciones: una parte de la memoria viva de la fortaleza nazarí.

El director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, y el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta en Granada, Guillermo Quero, visitaron también el archivo a primera hora de la mañana con motivo de esta jornada festiva.

Entre los documentos históricos que se exhibieron destacaban los tres documentos que el Ayuntamiento de Granada entregó al Patronato de la Alhambra el pasado mes de octubre, procedentes del Archivo Municipal, y que acaban de ser restaurados en el Taller de papel del Monumento. Datan del siglo XVII y hablan de la huida de un esclavo y del robo de unas joyas, sucesos que tuvieron lugar tras el naufragio de unas galeras en La Herradura como consecuencia de una tormenta.

Entre las curiosidades que también pudieron ver ayer los visitantes, hay que señalar un documento contable de 1541 en el que se registraba el gasto que realizaba la Alhambra para acometer obras en el Palacio de Carlos V y en los Palacios Nazaríes.

Además, en el recorrido se expusieron otras serigrafías, planimetría original y fotografías, junto a otra documentación histórica que se conserva en los 500 metros lineales de los que consta el Archivo de la Alhambra.

Una documentación histórica de gran valor pues en este archivo se recogen fondos documentales que datan desde la Capitanía General del Reino de Granada hasta el actual fondo del Patronato de la Alhambra. Además de escritos de 1492, entre sus colecciones más importantes destacan 500 fotografías digitalizadas y más de 12.000 planos, carteles, dibujos y grabados. Algunos de los cuales -entre los hay donaciones fotográficas muy recientes-, también se pudieron ver ayer.

Así lo explicó ayer la jefa del Archivo de la Alhambra, Bárbara Jiménez, quien a preguntas de los periodistas comentó que le resulta difícil elegir cuál es la "joya de la corona": "La joya es el propio archivo de la Alhambra, es el pilar en el que se asienta la investigación del monumento".

Por su parte, el delegado de Cultura animó a todos los ciudadanos a que visiten los archivos "que están abiertos a todo el mundo, no sólo a los investigadores". "Estos espacios son fundamentales para el conocimiento de nuestra historia, del desarrollo social, político y económico. Además, son una garantía de transparencia de las actuaciones de las administraciones públicas", indicó.

Quero también aprovechó para recordar las visitas guiadas que se organizaban ayer simultáneamente el Archivo de la Real Chancillería y en el Archivo Histórico Provincial, así como en diferentes archivos de la provincia de Granada.

El personal técnico del Archivo de la Alhambra y Generalife fue el encargado de acompañar a los participantes en esta actividad. El recorrido concluyó en el taller de restauración de papel, donde se mostraron intervenciones de diferentes soportes documentales y se reintegró un documento.