Granada ya tiene un nuevo director para el Festival Internacional de Música y Danza: Pablo Heras Casado. Pese a su juventud, Pablo Heras ha desarrollado ya una meteórica carrera que le ha llevado a dirigir las principales formaciones orquestales a nivel internacional. Su llegada a la dirección del Festival ha de verse, pues, como un paso más en su evolución como músico y persona que le va a permitir explorar el mundo de la gestión cultural al más alto nivel, un nivel que Granada se merece y del que podemos sentirnos orgullosos.

Son muchos los que se alegran de la noticia por razones puramente musicales, pero en la Granada que vio nacer a Pablo Heras también son muy numerosos los corazones que se llenan de dicha al observar con orgullo cuánto ha conseguido uno de sus hijos predilectos más internacionales.

Quien conoce a Pablo puede estar seguro de que defenderá su nueva posición al frente del Festival con la naturalidad y entusiasmo con la que defendía en sus primeros años proyectos musicales de diversa índole, pero a la vez con la profesionalidad y experiencia de un músico de talla internacional. Quizás sea esa frescura y esa naturalidad parte del secreto de su éxito, pues Pablo Heras es un músico auténtico, comprometido con su ideal artístico, que no necesita poses ni excentricidades para hacerse valer. Más bien todo lo contrario. Son estos gestos, unidos a la enorme calidad de su música, los que convierten a Pablo en alguien excepcional a ojos de quien lo conoce.

Hablar de los éxitos profesionales de Pablo es hablar de dos décadas de constante trabajo y compromiso. Sus inicios en la dirección musical están ligados a grupos como la Capella Exaudi o el grupo Sonoora, ensemble dedicado a la exploración de la música contemporánea. Pero en 1995 Pablo tenía claro que quería más, y que para ello Granada se quedaba pequeña. Fue entonces cuando emprendió una carrera artística que le ha llevado a estudiar con algunos de los más grandes directores no sólo en el panorama nacional, sino internacional: Sylvain Cambrelyn, Harry Christophers, Pierre Boulez o Christopher Hogwood son nombres que a todos nos sonarán. Paralelamente, completó sus estudios especializándose en la dirección de música contemporánea en la Universidad de Alcalá de Henares.

Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente en Pablo Heras no es su inteligente etapa formativa, sino su precoz incorporación a la dirección musical. En el año 2000, con tan sólo 22 años, ya era director asistente de la JONDE. En 2003 dirigía por primera vez a nuestra OCG, a la que siguieron en el territorio español la Orquesta de Radio Televisión Española, la Orquesta Sinfónica del Vallés, la Sinfónica de Galicia, la Orquesta Ciudad de Córdoba y la Orquesta Sinfónica de Murcia. Es en esos momentos cuando fue nombrado director titular de la Orquesta de Girona, puesto que ocupó durante tres temporadas.

Pronto pegaría el salto internacional, primero como asistente de la Deutsche Oper de Berlín y más tarde dirigiendo en Lucerna junto a Pierre Boulez, donde fue ganador de la Competición Anual de Directores en 2007 dirigiendo Gruppen de Stokhausen. Si entonces alguien todavía albergaba dudas de su potencial, éstas quedaron claramente disipadas.

Desde entonces, las redes sociales no paran de publicar eventos en los que Pablo Heras está presente como protagonista destacado. Su imagen, su mirada sincera y penetrante, nos mira desde el otro lado de la pantalla diciendo: "Aquí estoy"; y no lo hace con arrogancia, sino con la seguridad de quien sabe dónde se encuentra y disfruta de lo que hace.

Ha sido invitado por las principales orquestas de todo el mundo, dirigiendo tanto repertorios sinfónicos como ópera, música antigua o estrenos de radiante actualidad. Por citar algunas, cabría destacar la Orquesta Sinfónica de Radio de Baviera, las Sinfónicas de Chicago y Boston, la Filarmónica de Rotterdam, el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, la Staatskapelle de Berlín, el Ensembre Intercontemporain de Paris, el Kalngforum de Viena, el Concertgebouw de Amsterdam o la Filarmónica de Berlín, siendo uno de los cinco directores españoles que han dirigido esta Orquesta a lo largo de la historia. También están la Tonhalle de Zurich, BBC Philarmonic y la BBC Symphony Orchestra y en 2009 hace su primera visita a Japón para dirigir la NHK Symphony.

Es habitual de los principales eventos y salas musicales de todo el mundo, como son el Mozarteum de Salzburgo, donde es invitado anualmente a la Mozartwoche, o el Festival de Música de Lucerna. De esta forma, una larga lista de orquestas han querido contar con Pablo Heras, que ya ha recorrido el planeta de punta a punta.

Su espíritu emprendedor y su capacidad de afrontar nuevos retos le han acercado en numerosas ocasiones a la música contemporánea, pese a su pasión nada disimulada por la música antigua. Entre las obras modernas que ha estrenado se encuentran el ballet Los niños del paraíso de Marc-Olivier Dupin, la ópera Matsukaze de Hosokawa, o el Concierto para violín y la ópera Ángeles en América de Peter Eötvös. Además, su acercamiento al repertorio operístico le ha brindado múltiples satisfacciones. Tal es el caso de la ópera La Périchole con la Ópera Nacional de Burdeos, Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny en el Teatro Real (con la que ganó el Diapason D'or), la ópera Carmen en San Petersburgo, Nixon en China en EE.UU. y por encargo de Plácido Domingo el Rigoletto de Verdi en el Carnegie Hall de New York. En 2014 estrenó en el Teatro Real la ópera El Público de Mauricio Sotelo, el primero de una serie de proyectos que le traerían a España de forma periódica por su nombramiento como principal director invitado del Teatro Real.

En 2010, recibe el premio Ojo Crítico de RNE y prosigue su carrera a ambos lados del Atlántico dirigiendo orquestas como la Staakpelle de Dresde, la San Francisco Symphony, la City of Birmingham Symphony, Cleveland o Seattle. Desde 2012 es el director titular de la orquesta St. Lukes de New York, a cuyo frente ha estado cuatro temporadas y con la que ha conseguido grandes éxitos de crítica y público.

Entre los reconocimientos que posee Pablo Heras Casado está el haber sido nombrado director del año por la revista estadounidense Musical America. Además, ha sido condecorado con la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez Acosta y la Medalla de Oro al Mérito del Ayuntamiento de Granada. Es Embajador Honorífico de nuestra ciudad e Hijo Predilecto de la Provincia de Granada.

En definitiva, la carrera de Pablo Heras en la última década ha sido sorprendente pero merecida, algo de lo que sentirse orgullosos como granadinos. No en vano, allá donde va se convierte en el mejor embajador de Granada y de Andalucía en el extranjero, resaltando continuamente ante los medios de comunicación nacionales e internacionales su origen y su vinculación con la tierra que le vio nacer, en donde ha elegido tener su residencia estable y que ya se ha convertido en núcleo de reunión de artistas y mecenas internacionales a su paso por Andalucía. Además, compagina su carrera con una intensa actividad solidaria ligada a Ayuda en Acción, organización con la que desde 2014 lucha para la erradicación de la pobreza e injusticia en el mundo.

El nombramiento como director del Festival de Granada es, pues, un merecido reconocimiento al trabajo y éxito profesional de Pablo Heras Casado que llega en un momento espléndido de su carrera y su vida. Desde esta tribuna le damos la enhorabuena, en la certeza de que supondrá una oportunidad para demostrar no sólo cuán buena ha sido y es su labor musical, sino cuán excelente puede llegar a ser como gestor al frente del festival decano de la geografía española.