crítica cine

El futuro está asegurado

andrea motis & Joan chamorro quartet

Teatro Isabel la Católica Jueves, 3 de noviembre Aforo: lleno (800 personas)

Aunque siempre hay quién se acerca receloso a este tipo de fenómenos que suscitan una casi unánime admiración, y más entre una afición a veces tan escrutadora como la del jazz, en general se puede decir que Andrea Motis salió triunfante del envite y convenció con su música y con la naturalidad con que la interpreta de tanto ojo crítico y tanto oído descreído. Más allá de su juventud, más allá de la fragilidad que transmite su presencia física, la catalana demostró ser una instrumentista de gran categoría y tener un talento musical indiscutible, no solo como intérprete sino en su papel como líder de una banda formada por algunos de los mejores y más reputados músicos de su generación, una generación por encima de la de la propia trompetista. Sería imposible dirigir de manera convincente al pianista Ignasi Terraza, al guitarrista Josep Traver, al batería Esteve Pi y al contrabajista y eventual saxofonista Joan Chamorro, y extraer de ellos sus mejores prestaciones, sin el gran talento que lució la joven Andrea Motis, que de paso tranquilizó a la afición constatando que el jazz tiene el futuro garantizado con artistas como ella. Y que un sello del prestigio de Impulse! no puede estar equivocado cuando decide apostar por ella. En todos los palos que tocó, fundamentalmente jazz del más clásico, un poco de swing, baladas y estándares y bastantes incursiones en la tradición brasileña, se desenvolvió con soltura y precisión. Para algunos destacó especialmente cantando en portugués Chega de Saudade, una versión cantada del Carinhoso de Pixinguinha que popularizó Baden Powell, o Caminhos Cruzados, pero también sonó particularmente honda y expresiva con Gloomy Sunday, emulando sin complejos a la más sentida Billie Holiday, con Easy to Love o con un Body and Soul que regaló ya en los bises. El concierto comenzó con el swing que le imprimió al tema Errand Girl for Rhythm, original de Diana Krall y que presumiblemente formará parte de su próximo trabajo, el que se publicará en noviembre con el emblema de Impulse! De otra de sus referentes, Esperanza Spalding, tomó prestada Samba em Preludio, tema firmado por Vinicius de Moraes y Baden Powell, al que volvería más tarde. El repertorio viró hacia el clasicismo con September in the Rain y He's Funny That Way, aprendidas de Dinah Washinton y Billie Holiday. Con el público bien caldeado a base de soul jazz, Motis presentó una composición propia que también incluirá en su disco próximo, If You Give Them More. Sobria y precisa con la trompeta, igual que le pasaba al genial Chet Baker, la voz se antojaba una prolongación de su instrumento, un prodigio de sosiego inalterable. Y en esa línea concluyó, además de con las mencionadas Easy to Love y Caminhos Cruzados, con el estándar Poor Butterfly y Mr. Blues de Horace Silver, antes de despedirse al final del bis a ritmo de samba para poner en pie a la concurrencia, en la única concesión al jolgorio que se permitió la banda.

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