Oficial! Sebastián Pérez batallará por la Alcaldía de Granada. Lo dijimos en su día y lo repetimos muchos otros: ni presentaría moción de censura contra Cuenca ni Rocío Díaz tenía posibilidad alguna de encabezar la lista de la derecha. El portavoz del Gobierno local, Baldomero Oliver, se ha apresurado a recordar que Pérez era el presidente del PP mientras la Justicia abría investigación a la mayoría de su equipo municipal. A los casos Nazarí, Serrallo, TG7 y Emucesa, citados por el concejal socialista, hay que sumar también que bajo su mando la ciudad se arruinó y perdió todos los trenes. ¿Riesgo de salpicadura y cero posibilidades, pues, de lograr la vara de mando? Eso vale para otras ciudades, no para Granada, profundamente conservadora. Además Sebastián cuenta con dos aliados poderosos: la Virgen de las Angustias, a la que distinguió con una medalla, y Luis Salvador, el líder de Ciudadanos, al que, siendo presidente de la Diputación, habilitó un despacho en La Mariana y permitió montar el partido en la terraza del Café Fútbol cuando se cegó su carrera profesional en el PSOE.

Sebastián, que nació con 'El príncipe' de Maquiavelo inscrito en el ADN, se inició en la política oyendo a su padre, el último subjefe provincial del Movimiento, y el resto lo fue aprendiendo a lo largo de cinco lustros de permanencia ininterrumpida en un cargo público. Con 52 años, otros seis u ocho garantizados por su jefatura, más su autoinclusión futura en una lista blindada, y la pensión máxima garantizada por su condición de senador, arriesga lo justo. Y después está el cálculo: el grueso de los votos fugados del PP los recibirá Ciudadanos, con lo que puede perder hasta tres concejales, mantener la mayoría y aliarse con su íntimo Salvador. Queda un factor de riesgo, la aparición de alguna candidatura cantonalista. La de Juntos por Granada, un poner. Si esa lista cuaja, y la encabeza César Girón, restaría votos a varios partidos y no impediría necesariamente el acuerdo. El letrado de la Junta y ex socialista ya se declara liberal y va largando por las emisoras de radio que aprecia al candidato de la derecha y que lo considera "muy granadino". Si a eso suma una izquierda tremendamente fracturada, las cuentas le salen. ¡Ahora o nunca! Don Sebas ve posibilidades de cumplir el viejo sueño infantil, encabezar las procesiones del Corpus y de la Patrona y lucir sus maneras suaves y esa sonrisa que mata. Solo o en compañía de otros.