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La defensa del parricida de Armilla pide la absolución por su trastorno

  • Califica de asesinato el crimen de Otilia Márquez, pero cree que la enfermedad del acusado anuló "por completo" sus facultades

La defensa de Juan de Dios Herrera, el vecino de Armilla de 74 años que mató el año pasado de quince hachazos a su esposa mientras dormía, ha solicitado su libre absolución al entender que es "inimputable", pues sostiene que cuando cometió el crimen tenía sus facultades anuladas "por completo" debido al trastorno mental delirante que padece. No obstante, sí reclama, al igual que la Fiscalía y sus hijas, que ejercen la acusación particular, que se le imponga una "medida de seguridad", consistente en su internamiento en un centro psiquiátrico durante 15 años como máximo.

Así consta en el escrito de conclusiones provisionales de la defensa del parricida, al que ha tenido acceso este diario y en el que su abogado califica el crimen de Otilia Márquez de asesinato, con la eximente "completa" de enajenación mental, la agravante de parentesco y la atenuante de confesión.

En cuanto a la indemnización, la defensa fija en 30.000 euros la cantidad que, a su juicio, debe de percibir cada una de las dos hijas del matrimonio, que ya no vivían con ellos cuando ocurrieron los hechos. El crimen tuvo lugar en una vivienda de la calle Alberto Sols de Armilla, la madrugada del 17 de agosto de 2015.

Como avanzó este diario, la Fiscalía pide 8 años de prisión para el procesado, al tener en cuenta que en su acción influyó "gravemente" su trastorno, pero no por completo. De indemnización, pide 150.000 euros para cada hija y considera que era conveniente internar al hombre en un centro psiquiátrico penitenciario durante un máximo de 25 años. Esta misma medida ha sido solicitada por la acusación particular, cuya petición de condena es de 15 años de prisión, 170.000 euros de indemnización y que se mantenga alejado de ellas y su familia política.

En su descripción de los hechos, la defensa explica que la pareja mantuvo aquella noche "una airada discusión a cuenta de la caída de un cojín", durante la cual la víctima habría dicho a su esposo que iba a poner "cerrojos nuevos" y que le iba a "echar" porque la casa era suya. Tras matarla en la cama, el hombre escribió una nota que dejó encima de su coche y, sobre las 6:45 horas llamó a la Guardia Civil. "La convivencia de la pareja -indica el escrito- ha estado marcada por los constantes celos de Juan de Dios Herrera y el temor de éste a que su mujer se separara de él. Llegando incluso a fabular que, con ocasión de haber recibido su mujer una herencia, tendría la suficiente independencia económica para pedirle la separación".

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