-¿Cómo valora los logros alcanzados por la Fundación IDIS a lo largo de 2017?

-El ejercicio que dejamos atrás ha sido muy dinámico para la Fundación IDIS, no solo por su actividad habitual de elaboración de informes y análisis sobre un sector que continúa creciendo a buen ritmo a pesar de la crisis económica que venimos padeciendo, sino por la cantidad de veces que hemos tenido que actuar con motivo de la defensa de los diferentes modelos de colaboración público-privada, de los profesionales y del sistema de titularidad privada en su conjunto por los múltiples ataques que recibe de unos y otros dada la creciente politización que nos envuelve. Hoy ya son cerca de 11 millones los españoles los que cuentan con un seguro privado de salud. Un dato significativo: de los cerca de 2 millones de funcionarios adscritos al sistema de mutualismo administrativo, el 85% eligen la sanidad privada como sistema de aseguramiento, eso indudablemente es consecuencia de la enorme confianza y reputación del sector.

-¿Qué proyectos plantea la Fundación IDIS para 2018?

-En la última reunión de nuestro Patronato hemos planteado las líneas maestras para el próximo ejercicio. Contamos con 9 grandes proyectos que contribuirán a mejorar el acceso y la atención no solo de nuestros pacientes sino también de la población en general al contribuir a descargar de presión asistencial y financiera el sistema sanitario público: modelos de colaboración público-privada, interoperabilidad y receta privada electrónica dentro del contexto de las TIC, experiencia de paciente y cuidados sociosanitarios intermedios, listas de espera, calidad asistencial a través de la acreditación QH, formación de gestores e impulso de la reforma necesaria de nuestro sistema sanitario.

-Un deseo para este año que comienza.

-En el sector sanitario, que todos seamos capaces de tener altura de miras y no se utilice la sanidad como elemento de confrontación política sino como un elemento de cohesión social que aporta bienestar a la población. Para conseguir esto en forma de agilidad asistencial, calidad en la prestación del servicio, seguridad en los procesos y procedimientos y resultados de salud, nada mejor que utilizar todos los recursos disponibles que tiene el sistema, públicos y privados, con la mayor eficiencia posible e incentivando a los profesionales sanitarios que realizan un esfuerzo especial cumpliendo con los objetivos establecidos.