Andalucía

Debate de guante blanco con los focos en Madrid

  • La jefa del Ejecutivo andaluz supera sin grandes sobresaltos una sesión de control marcada por la calma

Tras la bronca sesión plenaria de la pasada semana, los portavoces de los grupos parlamentarios se tomaron el debate sobre la situación de Andalucía con calma. El nervio estaba en Madrid. Con Pedro Sánchez sometiendo a votación su candidatura a la Presidencia del Gobierno. El PP, el partido que más había insistido en la celebración de este debate, le recriminó a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, la fecha escogida. "No entendemos que no se habilitara la semana que viene para este debate", aseguró el presidente del PP-A, Juanma Moreno, quien se aventuró a adivinar los verdaderos motivos de Díaz para debatir su gestión al frente del Gobierno andaluz precisamente en el día de ayer: "Lo ha hecho sólo para contraprogramar al señor Sánchez".

El líder del PP le reprochó a la presidenta de la Junta "colocar sus intereses por encima de Andalucía" y le acusó de llevar "ya dos intentos de irse a Ferraz" en lo que va de legislatura. En contestación, Díaz le recordó que acudía a dar explicaciones en la Cámara en cumplimiento a un compromiso propio y que cuando se fijó la fecha para su intervención aún no se sabía el día en el que iba a celebrarse el debate de investidura de su compañero Pedro Sánchez.

La portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez, ilustró a la perfección la voluntad conciliadora de la mayoría de los grupos. Inició su intervención hablando de Doñana y el medio ambiente. Incluso advirtió: "Hoy no pienso dar ningún titular". La líder de Podemos reconoció estar cansada del "morbo del duelo" entre ella y Díaz, que podía provocar que su "mi intervención no aporte gran cosa". La presidenta le recordó, sin embargo, que insiste en sus apariciones públicas en calificar a la Junta de "cortijo" o que insinúa que "los andaluces son tontos y que hay que venir a salvarlos". Además, aconsejó a Rodríguez que "no pretenda gobernar Andalucía con 15 diputados" y que busque un tono intermedio para sus intervenciones en el Parlamento, no como hasta ahora, que "a veces usa la ternura y otras las tripas", lo que es una "clara prueba de que no respeta a la democracia".

Aún más amistoso se mostró el portavoz de Ciudadanos (C's), Juan Marín, a quien Díaz agradeció "el tono y los términos" en los que se expresó. Marín devolvió el cumplido y le respondió: "Yo también agradezco su tono". Antes había alertado a la jefa del Gobierno andaluz de la aparición en Andalucía de una "nueva clase trabajadora pobre" y que no estaba del todo "satisfecho del cumplimiento de nuestro acuerdo", por el que C's apoyó a Díaz en su investidura Aunque ambos líderes se tendieron la mano para seguir colaborando en lograr acuerdos que mejoren a Andalucía.

El buen tono en el debate, tuvo en el desempleo su obstáculo más difícil de salvar. Las cifras del paro conocidas ayer, que registraban 16.000 desempleados más en Andalucía, se planteó como el nudo gordiano de las intervenciones. Incluso la propia presidenta de Junta inició su debate haciendo autocrítica: "Tenemos un problema estructural de empleo".

A los diez puntos más porcentuales de paro que sufre Andalucía en relación al resto de España se refirieron todos los portavoces de la oposición para criticar la gestión del PSOE durante los últimos 34 años. Elena Cortés, de IU, afeó a Díaz que se haya puesto de lado de los "poderosos" cuando "la pobreza roza ya la mayoría absoluta en Andalucía", ya que el 42,3% de los andaluces están ya en riesgo de exclusión social.

Pero para referirse a este tema, el más duro fue de nuevo el líder de la bancada popular. "Tenemos la tasa de paro más alta de todas las regiones de Europa y este problema es peor que hace 30 años, todo consecuencia de los gobiernos socialistas", apuntó Moreno, quien lamentó no haber utilizado bien "los 80.000 millones llegados de la Unión Europea para poner a Andalucía donde se merece". También apuntó a los casi 1.500 millones de euros que la Junta ha dejado de ejecutar en los últimos años.

Díaz le reprochó al líder del PP que mantuviera "el mismo discurso cenizo y negro que Javier Arenas" mostró durante muchos años, que nunca haya condenado "la corrupción" que predomina en el PP y no reconociera que Andalucía ha crecido en todos los aspectos en las últimas tres décadas.

Además, la presidenta de la Junta insistió en la falta de "transparencia" del presidente del PP-A al no presentar la declaración del IRPF de su pareja. Este asunto fue el tema que más encendió los ánimos de ambos líderes políticos. Moreno reveló: "Mi mujer es uno del millón de parados que hay en Andalucía, así que no ingresa nada". Y amenazó a Díaz con que "si está tan obsesionada con la familia, lo mismo tenemos que hablar de su marido y los cursos de formación y ver cuánto dinero ha entrado en su casa".

La presidenta se sorprendió con lo "mal que suele encajar" Moreno las críticas y lo pronto que el líder popular se pone a la defensiva cuando escucha la palabra "transparencia". Este cruce de declaraciones entre los referentes del PSOE y el PP fue de lo poco abrupto que rompió una jornada tranquila en el Parlamento y un debate sobre el estado de la comunidad andaluza que la presidenta de la Junta superó sin grandes sobresaltos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios