La familia de Carlos Parra Castillo, el vecino de Castilblanco que murió en el accidente provocado por José Ortega Cano, aseguró ayer que el torero "había bebido mucho" antes del siniestro. En un comunicado, los abogados Luis y Andrés Avelino Romero Santos expusieron que, en función de la declaración de los testigos, se puede asegurar que "que en los momentos previos al accidente mortal el torero estaba ebrio, había bebido mucho, lo vieron tomando alcohol y en unas circunstancias físicas no aptas para conducir".

Los letrados que ejercen la acusación particular en nombre de la familia de la víctima consideran "muy importante" la referencia que hace el juez en el auto de procesamiento emitido el 8 de noviembre a que Ortega Cano "puso en peligro la seguridad de las personas en los momentos previos al accidente, tanto en la localidad de Burguillos y sus alrededores como poco antes de llegar al lugar de la colisión".

Igualmente, la representación jurídica de la familia Parra restó validez a los testigos presentados por la defensa del torero para tratar de demostrar que se encontraba sobrio antes del accidente. "Todos estos testigos son amigos íntimos, empleados o socios del torero, por lo que su testimonio no sería objetivo". Además, los letrados consideran que estos testigos deben declarar en el momento en que lo decida la Audiencia Provincial una vez que resuelva el recurso presentado contra la comparecencia de estas personas.

Luis y Andrés Avelino Romero informaron también de que están preparando el escrito de acusación contra el torero, en el cual solicitarán la apertura del juicio oral y concretarán "los hechos ocurridos, los delitos cometidos, la autoría, las circunstancias, las penas y la indemnización solicitada, así como las pruebas propuestas para el juicio".

Los abogados de la acusación consideran que el juez ha decidido procesar a Ortega Cano "porque tiene la certeza de que es autor de unos hechos que provocaron el accidente en el que murió Carlos Parra el pasado 28 de junio". Del auto de procesamiento, ambos letrados destacan asimismo la referencia a que el vehículo conducido por el torero circulaba a una "velocidad excesiva y superior a la permitida", así como que el análisis toxicológico de la sangre del diestro arrojó un resultado de 1,26 gramos de alcohol por litro.

"Las muestras de sangre fueron debidamente custodiadas en el centro médico", añaden los abogados, en referencia a la declaración del torero ante el juez en la que aludía a una posible contaminación de la muestra.