La mayoría de las enfermeras andaluzas ha sufrido algún acoso sexual en el trabajo

Un informe de Satse revela que dos de cada diez sanitarias han recibido abrazos o tocamientos

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Una enfermera en un hospital de Andalucía
Una enfermera en un hospital de Andalucía / M. G.
R. A.

20 de noviembre 2025 - 12:55

Un 64% de las enfermeras y fisioterapeutas que trabajan en Andalucía han sido víctimas en los últimos tres años de situaciones que pueden ser consideradas de acoso sexual o por razón de sexo, según indican los resultados de una encuesta realiza por el Sindicato de Enfermería (Satse).

Según señala la organización sindical en una nota recogida por Europa Press, entre otras situaciones que "se repiten de manera permanente y que violentan y agreden a estas profesionales sanitarias", el estudio de Satse revela que el 50% de las enfermeras y fisioterapeutas han sufrido comentarios o chistes sexistas ofensivos, el 28% de ellas han padecido una invasión deliberada de su espacio personal y se han sentido "menospreciadas" y el 22% ha sido víctima de un contacto físico no solicitado ni deseado.

Son algunos de los "graves resultados" de una encuesta realizada por Satse a 1.550 enfermeras y fisioterapeutas de Andalucía durante octubre y noviembre y que forma parte de la estrategia de información y sensibilización que, bajo el lema 'Sí que pasa; es acoso', ha puesto en marcha en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Satse destaca que dos de las múltiples manifestaciones de la violencia contra las mujeres son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo y que se trata de conductas a menudo normalizadas o silenciadas que muestran una "desigualdad estructural y un ejercicio de poder de género", aparte de ser "las más frecuentes, ocultas e impunes en el ámbito laboral".

El informe recoge que esta realidad provoca conductas violentas y abusivas que "agreden y perjudican especialmente a las mujeres y a colectivos profesionales mayoritariamente femeninos". "Las profesiones dedicadas al cuidado han sido históricamente estereotipadas y sexualizadas, lo cual se agrava por la cercanía física y la percepción errónea de que estamos al servicio de otras personas", apunta.

Según Satse, el sondeo realizado arroja datos "muy preocupantes" que hacen "necesario continuar concienciando a profesionales, administraciones públicas, empresas privadas y a toda la sociedad para acabar con la violencia en el trabajo".

Contactos físicos no deseados

Según los datos recopilados por el sindicato, el 22% afirma haber sufrido contacto físico no solicitado ni deseado, citando ejemplos como recibir una mano en la cintura, abrazos o tocamientos en los glúteos u otras zonas sensibles o íntimas. El 11% asegura haber experimentado intentos no deseados de tener una cita o proposiciones para tener actividad sexual a pesar de sus intentos de disuasión.

Otros datos son que el 35% dice que ha sido tratada de manera diferente por su sexo; al 32% le han contado historias o bromas sexuales que le resultaron ofensivas; el 26%, miradas insinuantes e inapropiadas de carácter sexual; y al 22% las han intentado tocar o rozar, y al 19% han llamado su atención de forma sexual (silbidos o piropos ofensivos).

Falta de denuncias por el desconocimiento

Por otro lado, en el 87% de los casos no se pone en conocimiento del centro ni se denuncia. Las causas principales son el desconocimiento del procedimiento y derechos existentes (40%) o la falta de confianza en la eficacia del procedimiento (32%).

El 63% de las enfermeras y fisioterapeutas encuestadas desconocen si existe un protocolo de actuación frente el acoso sexual y por razón de sexo al que acogerse y solo el 17% afirma haber recibido información o haber tenido la posibilidad de formarse al respecto.

Satse reclama frente a esta situación que se promuevan condiciones laborales que prevengan el acoso sexual y por razón de sexo a través del cumplimiento exigente de los planes de igualdad y protocolos que buscan "su prevención, detección temprana, denuncia y apoyo y asesoramiento a las víctimas".

También demanda medidas preventivas que promocionen una cultura de "tolerancia cero al acoso" mediante la difusión e información del procedimiento existente, así como formación obligatoria para todo el personal y campañas de sensibilización permanentes.

Otras demandas de Satse son la inclusión de estos acosos en las evaluaciones de riesgos laborales como riesgo psicosocial; la protección integral a las víctimas frente a represalias y su acceso a apoyo psicológico y a la asesoría jurídica por si sus derechos laborales se han visto afectados, y la implementación de todas las actuaciones necesarias para restituir su salud psicológica y física.

El acoso por razón de sexo es un trato hostil o degradante hacia una persona por el hecho de ser mujer. Su propósito o consecuencia es "atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo". Por su parte, el acoso sexual se define por su carácter sexual explícito. Es cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual, que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona.

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