Era una mañana rutinaria. Informativamente no había mucho de interés. Era finales de febrero y todo el mundo miraba de reojo lo que quedaba para el puente de Andalucía. También lo era para la concejal de Maracena, Vanessa Romero, que fue a llevar a sus hijos al colegio como de costumbre. Hasta que Pedro, el que en ese momento era la pareja de la exalcaldesa de la localidad, decidió romper con todo y secuestrar a la edil. A partir de ahí, el culebrón no hizo más que empezar: investigaciones policiales y judiciales, presuntas tramas de corrupción, dimisiones, unas elecciones, un nuevo alcalde y una moción de censura con denuncias.

Maracena ha vivido el año más convulso de su historia reciente que culminará, al menos en el próximo capítulo, con el cambio en la Alcaldía de la localidad diez meses después de las elecciones de mayo de 2023, y que devolverá todo a la casilla de la salida con la entrada, de nuevo en el bastón de mando, del PSOE.Pero hay que retrotraerse al 21 de febrero de 2023. Aquel día se desató la tormenta. Cerca del mediodía, Vanessa Romero, concejal de Agenda 2030 de Maracena ya se había escapado de un local de Armilla al que había llegado amordazada y con los ojos tapados. La habían secuestrado, supuestamente Pedro Gómez: la que era pareja de la entonces alcaldesa, Berta Linares.

El caso dio la vuelta a España. Contenía todos los ingredientes de una novela negra. No era solo el acto delictivo, sino las derivadas políticas y judiciales. Desde un primer momento se especuló con las motivaciones del secuestro y de la relación de los cargos políticos de la localidad con este. La investigación apuntaba en tres sentidos: aparte del secuestro, apuntado más concretamente como detención ilegal; otra la implicación de Berta Linares, Antonio García Leyva (concejal) y Noel López, parlamentario andaluz y número 3 del PSOE andaluz; y posibles delitos de corrupción urbanística, “en base a los documentos del Ayuntamiento de Maracena que la concejal secuestrada tenía en su poder”.

Las tres derivadas del caso se conocieron el 25 de mayo del año pasado, el segundo día clave para entender todo el embrollo de Maracena. El juez instructor del caso, Josep Sola, levantó el secreto al sumario y se empezaron a conocer los detalles del secuestro. Pero lo más importante es que el magistrado detectaba indicios, como posibles inductores del delito, contra Berta Linares, García Leyva y Noel López. Aquel día se desató el terremoto político. A solo una jornada del final de la campaña electoral a las municipales, Linares, candidata del PSOE, y García Leiva, número cinco en la lista, aparecían señalados por el juez.

El domingo 28 se votaba en Maracena. El PSOE, pese a todo, ganaba las elecciones, pero con solo siete concejales, cuatro menos que en el anterior mandato, y el PP pasaba de dos a seis. La aritmética dejaba todo muy abierto a la negociación. Vox había conseguido dos concejales, IU mantenía los tres de 2019, y entraban en el arco municipal dos partidos independientes: Quiero Maracena (2) y Maracena Conecta (1). Cualquier cambio en el gobierno de Maracena, un bastión histórico del PSOE en Granada, le iba a costar a la derecha negociar con los independientes. A pesar de todas las sospechas de corrupción en el Ayuntamiento, el PSOE de Berta Linares seguía vivo... Pero todos los independientes le hicieron el vacío: había una investigación judicial abierta y nadie quería saber nada de Linares.

Noel López dimitía apenas dos días después de las elecciones como segundo de a bordo del PSOE andaluz, aunque mantenía su condición de aforado en el Parlamento andaluz. Linares se resistía y declaraba en que dimitir “sería reconocer una culpa”.

La presión iba a aumentar casi 48 horas más tarde. El juzgado de instrucción número 5 de Granada abrió unas diligencias previas sobre una posible trama urbanística independiente al caso del secuestro. En la misma jornada, se supo ya por dónde iban a ir los derroteros del gobierno municipal de Maracena. El PP lograba convencer a los independientes y a Vox, aunque estos últimos negaran el pacto. Pero estaba hecho.

Por entonces, los detalles de la investigación iban saliendo poco a poco. Cómo actuó el secuestrador, vídeos del día de marras con el autor material de este hablando con Linares; pero también hacia dónde apuntaban las investigaciones por la trama urbanística: una gasolinera en la antigua Jimesa, un chantaje con grabaciones de por medio... En un último intento de salvar la alcaldía de Maracena, Berta Linares dimitió el 9 de junio, pero su sacrificio no sirvió: Julio Pérez era nombrado alcalde el 17 de junio con el apoyo de cuatro partidos.

Entonces llegó una calma tensa hasta el 10 de enero, día en el que el juez cerraba la investigación... Y jornada en la que se empezara a fraguar el siguiente episodio del culebrón Maracena. La justicia exculpaba a Linares, García Leyva y Noel López del caso del secuestro, dejando como único responsable de forma indiciaria a la expareja de la alcaldesa. Los tres celebraron la decisión de la justicia y se quitaron un peso de encima. El presunto secuestrador se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel de la Fiscalía.

Ya por ese entonces, el gobierno municipal de Maracena se había tambaleado. En diciembre, el alcalde sacó de Urbanismo a la concejal del PP Soledad Carmona para dársela a Miguel Ángel Fernández, de Quiero Maracena, bajo la amenaza de ruptura del pacto alcanzado en junio.

Después, ha sido este mes de abril cuando ha terminado de saltar todo por los aires. Amabel Adarve, única edil de Maracena Conecta, “cansada” de la gestión de Pérez, sale del equipo de gobierno para alinearse con PSOE e IU y lanzar una moción de censura. Su voto, clave, devuelve a los socialistas al poder tras solo diez meses en la oposición tras el escándalo del secuestro. Una semana después, la edil Soledad Carmona se va del PP y se pasa a concejal No Adscrita, otro apoyo que pierden los populares, que se han visto obligados a acelerar las denuncias contra los gobiernos anteriores de la población ante la Guardia Civil. Lo único seguro es que habrá más episodios de la serie.