Que Granada es una zona sísmica lo sabemos; que desde el pasado diciembre hay una oleada de terremotos que se sucede en el Área Metropolitana también lo hemos ido conociendo; y que las advertencias de los expertos en sismología de que los temblores van a continuar lo estamos comprobando en primera persona. Granada comenzó esta nueva semana igual que terminó la anterior: pendiente de los terremotos que la jornada de este lunes se volvieron a hacer de notar. Dos seísmos con epicentro en Atarfe, otro en Chauchina y un cuarto en Cúllar Vega, ya por la noche, sacudieron a varios municipios granadinos, cuando aún no se han recuperado del temblor del pasado sábado que dejó numerosos daños e incluso un herido, y que impidió que varios cursos de dos centros educativos de Santa Fe hayan podido iniciar sus clases esta semana. Eso sí, estos cuatro seísmos sentidos este lunes no fueron los únicos registrados en un lunes que tan solo en sus primeras doce horas ya había alcanzado la veintena de temblores, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

El primero que se sintió fue poco antes de las diez de la mañana (a las 9:48 horas), tuvo su epicentro en Atarfe, a solo un kilómetro de profundidad, y alcanzó una magnitud de 2,4 grados, hecho por el que, al igual que los del fin de semana, los expertos los llaman "terremotos superficiales". Sin embargo, apenas 20 minutos después, la zona volvió a registrar otro seísmo, también a escasa profundidad.

Sobre las 10:09 horas, el IGN registraba otro terremoto, también a solo un kilómetro de profundidad, aunque esta vez con epicentro en Chauchina y de mayor magnitud, de 3,3 grados.

La magnitud de ambos seísmos y su escasa profundidad hizo que se notaran en diversos municipios del Área Metropolitana, incluida Granada capital, que horas después volverían a apreciar otro temblor. Este tercer terremoto también tuvo su epicentro en Atarfe y repitió la misma profundidad que los dos anteriores que se sintieron, siendo esta vez de 2.5 grados.

El último se registró a las 21:18 horas en Cúllar Vega, a 10 kilómetros de profundidad y tuvo 3 grados de magnitud, y también se dejó notar en diversos municipios del Área Metropolitana, incluida Granada capital.

Estos cuatro seísmos no dejaron a su paso ningún daño en una zona que aún se encuentra recuperándose del fuerte seísmo del sábado, que tuvo epicentro en Santa Fe, y que dejó diversos desperfectos en dicha localidad y alrededores.

Tal fue así que las consecuencias del seísmo del sábado incluso pusieron en jaque el normal desarrollo de las clases en dos centros educativos de la localidad. Ante ello, desde la Delegación de Educación se indicó que pese a que todos los centros educativos de la zona desempeñaron su actividad docente, en el colegio público Reyes Católicos no asistió a clase el alumnado de la etapa de Infantil. Por su parte, en el concertado Carmen Sellés, los curso de primero, segundo y cuarto de ESO tampoco dieron sus clases de forma presencial, algo que se repetiría este martes. Todo ello con el fin de que así se vayan reparando los daños ocasiones en el centro.

Sin embargo, la polémica a nivel educativo se desplazó hasta el municipio vecino de Atarfe, concretamente al CEIP Jiménez Rueda. Y es que, según indicó el sindicato de Enseñanza de CCOO Granada, "el centro educativo presentaba múltiples desperfectos que podrían poner en peligro a la población escolar". Pese a ello, según indicó el sindicato, tras una visita de las autoridades educativas, efectuada este pasado sábado, "se consideró que no era necesario suspender las clases para reparar los daños materiales".

La secretaria general de Enseñanza de CCOO, Mercedes González, informó que, la mañana de este lunes, "los servicios estaban inoperativos al haberse desplomado azulejos, y que los operarios estaban retirando los que quedaban en pie para hacer las oportunas reparaciones, con el ruido y las molestias que todo esto provocaba en el desarrollo de la rutina educativa".

Asimismo, González indicó que "aunque los daños no parecen haber afectado a la estructura del edificio, la aparición de numerosas grietas es inquietante, más aún con la continuidad de la actividad sísmica". Todo esto hizo que CCOO tildara de "atrevida la premura de la autoridad educativa por continuar la actividad lectiva antes de tener finalizadas las reparaciones básicas".