El cachopo que enamoró a Broncano: 20 premios, un libro y el restaurante más famoso de Oviedo

Cuando alguien pregunta dónde se come el mejor cachopo de Asturias, la respuesta suele salir sola: Las Tablas del Campillín, en Oviedo. Y no es casualidad. Este restaurante ha conseguido algo que muy pocos pueden contar: acumula más de 20 premios por sus cachopos, y llevó el Caracachopo al plató de Broncano en directo, demostrando que este plato también tiene sentido del humor. Pero los cachopos de Las Tablas del Campillín van mucho más allá de una receta que funciona: aquí hay una trayectoria llena de pasión, innovación y ganas de hacer las cosas bien. Si buscas el auténtico cachopo asturiano, sabroso, generoso y con personalidad, aquí lo vas desubrir el más reconocido tanto por la crítica como por quienes repiten una y otra vez. ¿Te apetece conocer su historia?

El Cachopo Minero: una joya con sabor a récord

El Cachopo Minero no se hizo famoso por casualidad. Lo que empezó siendo una receta más en una carta ya de por sí potente, acabó convirtiéndose en el cachopo más premiado de España. Tiene ese punto justo de originalidad, sin perder el respeto por la tradición asturiana. La carne es tierna, el relleno está equilibrado y la fritura cruje sin empapar. Cada año, este plato vuelve a colarse en prensa, en programas de televisión y en los paladares de quienes se aventuran a probarlo. Es un cachopo que no solo entra por los ojos, también se queda en la memoria. De hecho, muchos lo describen como el que pone el listón tan alto que luego cuesta volver a otros. Y eso, en una tierra donde el cachopo es casi religión, ya dice mucho.

Juanjo Cima: el chef que convirtió un plato en fenómeno

Detrás de todo este éxito está Juanjo Cima, una figura imprescindible si hablamos de la evolución moderna del cachopo. No es simplemente un cocinero, es un creador incansable que ha sabido darle identidad a un plato muy nuestro. En 2020 publicó el primer libro de recetas dedicado exclusivamente al cachopo: De Cachopos y otros platos asturianos. Fue un antes y un después, porque por primera vez se puso negro sobre blanco cómo hacer bien este plato desde casa, respetando sus raíces pero también dejando espacio para la innovación. Además, firmó el primer coleccionable de recetas de cachopo para el periódico La Nueva España, un éxito entre los lectores asturianos. Pero hay más: creó la Burgerchopo, una hamburguesa hecha con cachopo que rompió moldes.

La Taberna Asturiana: el sabor se muda también a Gijón

Con una carta de éxitos como esta, era cuestión de tiempo que el proyecto creciera. Así nació La Taberna Asturiana, el nuevo local abierto en Gijón que mantiene el mismo espíritu que Las Tablas del Campillín. Aquí también puedes disfrutar del Cachopo Minero, junto a otras versiones igual de sabrosas. El ambiente es cercano, el trato es de los que hacen que te sientas en casa, y los platos salen de cocina con ese aroma que ya anticipa lo que te espera. No se trata solo de comer, se trata de disfrutar. Y cuando la gente sale comentando entre risas “tenemos que volver”, es que la cosa ha funcionado. Esta nueva taberna demuestra que cuando hay calidad, da igual en qué ciudad estés: el cachopo se defiende solo.

El cachopo llega hasta tu sofá: servicio a domicilio en Oviedo y Gijón

Porque sí, hay días en los que te apetece quedarte en casa, pero eso no significa que tengas que renunciar a un buen cachopo. Juanjo Cima lo entendió antes que nadie. En 2015 lanzó Telecachopo, la primera cadena especializada en llevar este plato a domicilio. Hoy, tanto en Oviedo como en Gijón, puedes pedir tu cachopo y recibirlo en casa, bien presentado, caliente, crujiente y listo para devorar. No hablamos de una simple caja con comida. Estamos hablando del mismo cachopo que se sirve en mesa, preparado con todo el cuidado para que no pierda un ápice de calidad en el trayecto. Y si tienes invitados o simplemente te apetece darte un homenaje, esta opción te soluciona la jugada sin tener que moverte del salón.

#CachopoDay, campeonatos y otras locuras que ya son tradición

Hay ideas que marcan y se quedan. Y una de las más celebradas en el calendario de los amantes del cachopo es el #CachopoDay, una iniciativa impulsada por Juanjo Cima desde hace ya nueve años. Se celebra en noviembre y convierte el restaurante en una auténtica fiesta dedicada por completo a este plato. Durante ese día, las redes se llenan de fotos, comentarios, recomendaciones y, sobre todo, mucho buen rollo. Pero la cosa no queda ahí. Juanjo también participa como jurado en el Campeonato de España de Cachopo Amateur, donde evalúa propuestas caseras que buscan ese sabor tan especial. Su criterio tiene peso, y no solo por los premios que ha ganado, sino porque ha demostrado que el cachopo se puede hacer con creatividad sin perder su esencia. En su cocina, tradición y novedad van siempre de la mano.

Hacer historia desde la cocina sin disfrazar lo auténtico

Cuando visitas Las Tablas del Campillín o La Taberna Asturiana, no estás yendo a un sitio cualquiera. Estás entrando en un lugar donde el cachopo ha dejado de ser un simple segundo plato para convertirse en protagonista. Aquí no hay fórmulas mágicas ni atajos. Todo parte de ingredientes de calidad, tiempo, cariño y mucha experiencia. Y se nota. Desde que abres la carta hasta que terminas de mojar pan en el plato, la experiencia es completa. Cada paso está pensado para que vuelvas. Y muchos vuelven. Porque cuando encuentras un sitio donde el sabor no falla, donde la atención es cercana y donde se respira autenticidad, no hace falta buscar más. El cachopo ya tiene casa, y te está esperando.