El delito de homicidio y sus tipos

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El delito de homicidio y sus tipos

21 de diciembre 2025 - 00:00

Cuando una persona pierde la vida y hay otra implicada en los hechos, la pregunta que casi siempre se plantea es si se trata de un asesinato. Pero el Derecho penal no funciona con suposiciones ni titulares rápidos. Existe una distinción muy clara entre matar con voluntad y provocar una muerte por descuido, por omisión o por no actuar con la precaución debida. Ahí entra el homicidio imprudente.

Puede que no haya intención de matar. Puede que haya remordimiento sincero. Pero si una acción —o una omisión— termina con la vida de otra persona y podía haberse evitado, el sistema penal actúa. La ley no exige dolo para considerar que hay delito.

En este artículo explicaremos qué implica el homicidio involuntario en el ordenamiento penal español. Hablaremos de penas, de matices legales, de diferencias con otros delitos y también del valor real que tiene contar con un Abogado penal granada para la defensa en estos casos.

Homicidio doloso, asesinato e imprudente: lo que los distingue

El Código Penal establece distintas formas de homicidio. Y como ocurre en casi todo en derecho, el matiz importa. No es lo mismo matar con frialdad planificada que provocar una muerte sin buscarla, aunque se haya actuado de forma irresponsable.

El homicidio doloso aparece cuando hay intención directa de causar la muerte. El asesinato es una versión agravada: matar con alevosía, ensañamiento o por encargo, por ejemplo. Y el homicidio involuntario o imprudente se refiere a esas muertes que se producen por una acción negligente. No querías matar, pero lo hiciste. No tomaste las medidas necesarias, no actuaste con cuidado, y el resultado fue fatal.

Ejemplos que ocurren más veces de lo que se piensa

Es fácil pensar que esto solo le pasa a otros. A profesionales negligentes, a conductores temerarios. Pero en la práctica, el homicidio imprudente puede surgir de situaciones cotidianas:

En todos estos casos, la muerte no fue deseada. Pero fue consecuencia de una conducta que la ley considera inaceptable por su falta de cuidado.

Qué dice la ley: penas por homicidio involuntario

El artículo 142 del Código Penal regula esta figura. No hay una única pena. Todo depende de la gravedad de la imprudencia.

Si se considera imprudencia grave, la pena puede ser de uno a cuatro años de prisión. Y, si el autor actuaba en el ejercicio de su profesión, también se le puede inhabilitar para seguir ejerciendo durante un periodo de tres a seis años. Esto se aplica, por ejemplo, a sanitarios, transportistas o personal técnico.

Cuando la imprudencia se considera menos grave, la pena baja: hablamos de una multa de entre tres y dieciocho meses. Puede parecer poco, pero no lo es. A efectos penales, seguirá habiendo antecedentes, responsabilidad civil y un proceso que deja huella.

Eso sí, el límite entre "grave" y "menos grave" no siempre está claro. Cada caso es distinto, y buena parte de la decisión depende de cómo se plantee la defensa y de cómo se valore la prueba.

La prueba importa, pero la estrategia aún más

Muchos procedimientos por homicidio involuntario arrancan con una idea ya formada por parte de la acusación. Se parte de una versión de los hechos, muchas veces incompleta. O se sobrevaloran pruebas circunstanciales sin contrastar. Por eso es tan importante contar con un abogado penalista que sepa no solo de leyes, sino de procesos, de peritajes, de jurisprudencia, de cómo argumentar sin dejar flancos abiertos.

Un abogado con experiencia puede detectar fallos en la instrucción, contradicciones en la versión de los testigos o proponer atenuantes que, en un primer momento, no se habían tenido en cuenta. El derecho penal es exigente, y no hay segundas oportunidades mal planteadas.

Experiencia en derecho penal en Granada

Ernesto Manzano es uno de los expertos en derecho penal de referencia en Granada, con una experiencia contrastada y un gran historial de éxitos. Su enfoque es práctico, realista y centrado en el caso concreto. Ernesto Manzano, además de ofrecer asesoramiento jurídico, acompaña al cliente en un proceso que, casi siempre, es emocionalmente difícil.

En suma, hay muertes que no se buscan, pero que dejan una vida rota, una familia destruida y a una persona sentada en el banquillo. El homicidio imprudente es una figura compleja porque, en el fondo, castiga un descuido. Pero no cualquier descuido. Solo aquellos que cruzan la línea de lo penalmente inadmisible.

Si te ves implicado en un caso así, no esperes a que las cosas se resuelvan solas. El proceso penal tiene sus tiempos, sus formas y sus exigencias. Y defenderse bien es tan importante como haber actuado bien.

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