¡Ni tan tontas!

La tortuga boba es la especie más común en el Mediterráneo

Es la tortuga de caparazón duro más grande

Un pez muy ‘burro’

Ejemplar de tortuga boba
Ejemplar de tortuga boba / National Geographic.

Como otras tortugas marinas, las tortugas bobas se desplazan centenares de kilómetros desde sus lugares de alimentación hasta las playas en que anidan (MIGRADORAS sub-MARINAS). Es una especie común tanto en el Mediterráneo, especialmente en los alrededores de las Islas Baleares, como en el Atlántico, desde Galicia, donde suelen aparecer ejemplares muy jóvenes, hasta las Islas Canarias.

El Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán son utilizados como zona de paso y para la alimentación de esta especie. El nombre común de ‘tortuga boba’ en español, y también en otras lenguas románicas como el portugués (tartaruga-boba), tiene su origen en el comportamiento de esta especie. Se le llama así por la facilidad con la que los pescadores podían capturarla, ya que a menudo flotan en la superficie del mar para descansar o tomar el sol, lo que las hace muy visibles y accesibles para las embarcaciones. No son tan tímidas como otras especies de tortugas marinas y a veces parecen ‘adormiladas’. Aunque son veloces en el agua cuando huyen, su movimiento en la superficie y la lentitud con la que se mueven fuera de ella, (por ejemplo, al desovar en la playa), a menudo se ha asociado con un comportamiento ‘tonto’ o ‘bobo’. En todo caso su longevidad y su capacidad de orientación, como la de todas las tortugas marinas, les ha conferido fama de ‘sabiduría’.

En inglés se la conoce como 'loggerhead sea turtle’, que se traduce como tortuga de cabeza de tronco, haciendo alusión a su distintiva cabeza grande y robusta. Esta característica también se utiliza en otros nombres comunes en español como ‘caguama’ o ‘tortuga cabezona’.

La cabeza es grande y robusta y el caparazón duro.
La cabeza es grande y robusta y el caparazón duro. / fishipedia

Características morfológicas y biológicas

La tortuga boba (Caretta caretta) es la tortuga de caparazón duro más grande del mundo con unos 90 centímetros de longitud, aunque algunos ejemplares pueden superar el metro y alcanzar pesos de hasta 150 kilogramos.

Este caparazón es de color pardo o pardo-rojizo dorsalmente y amarillento en la parte ventral marrón rojizo, de forma ovalada y más largo que ancho. Una característica distintiva son los cinco escudos vertebrales (a lo largo de la línea central) y cinco pares de escudos costales (a los lados).

La cabeza es muy grande y robusta con un ‘pico’ fuerte, ideal para romper conchas de moluscos y crustáceos.

Hasta que alcanzan la madurez sexual no se aprecian diferencias externas entre machos y hembras. En ejemplares adultos, los machos tienen la cola considerablemente más larga que las hembras y éstas poseen un caparazón normalmente más redondeado en su parte final.

Tienen una vida larga, entre 45 y 65 años pero su madurez sexual es tardía (15 o más años), lo que les hace especialmente vulnerables ya que deben sobrevivir muchos años antes de poder reproducirse.

Alimentación

La tortuga boba es un animal omnívoro con una dieta muy variada que incluye moluscos, crustáceos, peces, medusas, erizos de mar, esponjas y hasta plantas marinas. Su fuerte mandíbula córnea, que carece de dientes, junto con las espinas de su esófago, le permite triturar y tragar fácilmente presas de conchas duras.

Papel ecológico

La tortuga boba desempeña un papel crucial para mantener la salud de los ecosistemas marinos controlando las poblaciones de las especies que forman parte de su variada dieta, evitando su proliferación excesiva, manteniendo el equilibrio en el lecho marino.

La tortuga protagoniza un papal clave en la salud de los ecosistemas marinos.
La tortuga protagoniza un papal clave en la salud de los ecosistemas marinos. / Junta de Andalucía

El más conocido es su papel como reguladoras de las poblaciones de medusas, algo beneficioso para la pesca y el baño en las playas.

Como otras especies de tortugas marinas son incansables migradoras y al alimentarse en una zona y defecar en otra, son también dispersoras de nutrientes y semillas. Además su movimiento también puede ayudar a dispersar organismos que se adhieren a su caparazón, funcionando como ‘arrecifes móviles’.

Amenazas

A pesar de su robustez, la tortuga boba se enfrenta a múltiples amenazas, la mayoría de origen antrópico. La pesca accidental es la principal causa de mortalidad. Las tortugas se enredan en redes de arrastre, de cerco o palangres, ahogándose o sufriendo graves heridas. Los pescadores andaluces son cada vez más conscientes de este problema y colaboran en la suelta de ejemplares atrapados.

La ingesta de plásticos les provoca bloqueos intestinales, inanición e incluso la muerte. Las tortugas confunden bolsas de plástico y otros desechos flotantes con medusas, uno de sus alimentos naturales.

Los choques con embarcaciones son una causa importante de lesiones y muerte, especialmente en zonas de alta densidad de tráfico.

El impacto del cambio climático tiene efectos globales en los ecosistemas marinos pero en concreto en esta especie tiene dos derivadas: en primer lugar la ‘feminización’, ya que la determinación del sexo en los huevos de tortuga boba depende de la temperatura de incubación. Temperaturas más altas (por encima de los 29 ºC) como las alcanzadas en diferentes lugares del Mediterráneo este verano, producen más hembras, lo que podría afectar gravemente la viabilidad de las poblaciones a largo plazo; en segundo lugar el aumento del nivel del mar amenaza con inundar y erosionar las playas de anidación.

Finalmente, la pérdida y fragmentación de hábitats y la presión antrópica, con la degradación de las playas por el desarrollo costero, la contaminación lumínica y el turismo masivo, dificultan la anidación y el desove. La presencia de personas o animales en las playas de arena elegidas por las tortugas bobas para poner los huevos puede espantar a las hembras o dañar los nidos.

Calendario de avistamientos y anidación en el litoral andaluz

El litoral andaluz, y en particular el Mar de Alborán, ha dejado de ser solo una zona de paso para las tortugas bobas y se ha convertido en una emergente zona de anidación, habiéndose registrado intentos y eventos de anidación confirmados desde 2021 en playas de la provincia de Málaga y Almería, como Mojácar, Roquetas de Mar, Fuengirola y Marbella lo que se convierte en un desafío para la conservación de la especie ya que la puesta de huevos en nuestras playas andaluzas de arena se ve amenazada por varios factores como la recolección de sus huevos, o la proliferación de actividades de ocio en los parajes donde anidan.

Aunque aún es un fenómeno emergente y esporádico, demuestra la importancia creciente de esta región para la especie. Es en los meses de verano, de junio a agosto, cuando las hembras adultas regresan a las playas para desovar, lo que exige un seguimiento y protección de las áreas afectadas. En la Costa Tropical de Granada, se pueden avistar ejemplares, especialmente juveniles y subadultos. Los juveniles se pueden ver a lo largo de todo el año, ya que utilizan estas aguas como zonas de alimentación.

La tortuga boba anida en las playas de arena.
La tortuga boba anida en las playas de arena. / Wilkipedia

¿Qué hacer en caso de avistamiento?

  • Mantener la distancia: Si se avista una tortuga en el mar, hay que mantener una distancia prudente.
  • No interferir: Si una tortuga está en la playa, no hay que tocarla, mojarla ni interferir con ella. Es posible que esté herida o en proceso de anidación.
  • Llamar al 112: El teléfono de emergencias es la vía más rápida para alertar a las autoridades que se encargarán de su rescate y cuidado. En Andalucía, existen equipamientos como el Centro de Gestión del Medio Marino Andaluz ‘Estrecho de Algeciras’ y el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas de Málaga, que juegan un papel fundamental en la recuperación de estos animales.
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