Una estudiante de la Universidad de Granada, seleccionada para una estancia de un año en el Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México gracias a las exigentes becas Culturex

La investigadora en cultura contemporánea y gestora cultural Begoña Belén Martínez Rosado, formada en la Universidad de Granada (UGR), ha recibido una Beca Culturex para realizar una estancia de un año en el Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México, una de las instituciones culturales más importantes a escala internacional. Esta beca representa una oportunidad "significativa para profundizar en sus investigaciones y para contribuir al fortalecimiento de los nexos culturales entre Europa y América Latina", señala en una nota de prensa.

Martínez es de origen peruano. Nacida en Lima en 1995, creció en un pequeño pueblo de Mallorca, donde reside actualmente. Se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Granada, donde se especializó con un máster en Estudios Latinoamericanos. Además, cuenta con experiencia internacional desde los inicios de su carrera: recibió una beca de formación en el Instituto Cervantes de París, bajo la tutela de Eduardo Navarro Carrión, mientras aún era estudiante. En Mallorca, ha colaborado con centros de creación y residencias artísticas como Suralita en Manacor, dedicado a la música y las artes sonoras; y EiMa Creación en María de la Salut, de danza y artes vivas.

La Beca Culturex, concedida por el Ministerio de Cultura de España, es muy competitiva. Cada año, sólo se conceden diez plazas, una para cada uno de los destinos disponibles. Además del Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México, otras destinaciones incluyen el Centro Pompidou de París, el Smithsonian Design Museum de Nueva York y la Representación Permanente de España ante la Unión Europea en Bruselas.

Martínez destaca, en declaraciones recogidas en un comunicado, la importancia de la reciprocidad profesional en estas instituciones internacionales. "Las instituciones públicas internacionales juegan un papel crucial en el desarrollo de objetivos culturales comunes, así como en su cuestionamiento continuo. Su retroalimentación facilita la cooperación y el intercambio de conocimientos, contribuyendo así a proyectos transversales desde la reciprocidad", afirmó Martínez.