Aromas y sabores

Mujeres andaluzas en el mundo del vino

Pilar Pla y su hija Mª Carmen Borrego Pla Pilar Pla y su hija Mª Carmen Borrego Pla

Pilar Pla y su hija Mª Carmen Borrego Pla / A. S.

Escrito por

Margarita Lozano

No es fácil romper estereotipos y librarse de complejos en ningún campo, y es lo que han hecho las muchas mujeres que, poco a poco, se han ido posicionando en el mundo del vino. Muchas lo han conseguido después de una larga preparación académica y otras han tomado las riendas de la empresa familiar imprimiéndole un carácter renovado y fresco. Las mujeres siempre estuvieron en la viticultura, pero ahora ya las encontramos en puestos de responsabilidad, aunque aún siguen siendo minoría. Los dos grandes problemas son la conciliación, ya que "el campo no espera" y hay que trabajar cuando es necesario en las diferentes labores. Y el segundo, que en este mundillo, siendo mujer siempre hay que demostrar el doble. Lo sé por propia experiencia.

Así que he hablado con siete de estas mujeres para conocer sus vivencias en esta esfera tan apasionante y a la vez complicada. Se las presento por orden de "veteranía".

Como no podía ser de otra forma, a mi entender, empiezo hablando de Doña Pilar Pla, y por ende, de su hija Doña Mª Carmen Borrego Pla, relevo generacional en las Bodegas Maestro Sierra en Jerez de la Frontera. Desde que la conocí, Doña Pilar me fascinó. Desgraciadamente, falleció en 2020, precisamente el 8 de marzo. De su historia nos habla su hija: "Tras el fallecimiento de mi padre, mi madre pasó en un breve lapso de tiempo, de ama de casa a empresaria. Pero era una gran luchadora, y tenía que elegir entre venderla -y a mal precio, por las circunstancias personales que acabábamos de sufrir- o hacerse cargo de ella. "En cuanto a mí, hacerme cargo de la bodega ha sido todo un reto. Porque mi madre me ha dejado el listón muy alto y yo no quería defraudarla, pero sí dejar también mi impronta. Quise continuar por el mismo camino: primar la calidad ante la cantidad". Añade que, para ello, cuenta con la misma enóloga, Ana Cabestrero Ortega, lo que le permite dedicar parte de su tiempo a la investigación y divulgación del "jerez" desde el punto de vista cultural, dado que es Titular de la Universidad Hispalense. "Un valor más, porque vendemos vino y cultura". Casualidad o causalidad… Es otra mujer la que le brinda, según sus propias palabras, "una ayuda impagable".

Rocío Márquez Rocío Márquez

Rocío Márquez / A. S.

En la DO Montilla-Moriles (Córdoba), Rocío Márquez, presume de ser "choquera" y de su "cuna bodeguera" en una familia dedicada al vino desde 1932. Su abuelo, Don Juan Márquez, era muy amigo de Don Álvaro Domecq y por influencia de éste crea una de las primeras bodegas de gran rendimiento y gran dimensión en el Condado de Huelva, para proveer de mostos a Jerez. Pasan los años y Rocío cursa Biología en Córdoba y se especializa en Edafología, y después estudia Enología. Me cuenta que era la única mujer en su clase. Fue entonces cuando conoció a Don Francisco Robles y empezó a trabajar como directora técnica en Bodegas Robles hace ya 20 años. Durante la pandemia leyó su tesis y consiguió nada menos que el Doctorado. Con una sonrisa que, a pesar de sus palabras, evidencia su felicidad, me habla de esa conciliación tan difícil: "Entre la tesis, mi matrimonio, un hijo y tantos años en la bodega, he tardado mucho en conseguirlo". Pero a pesar de ello, su pasión la conduce a involucrase en cualquier proyecto bonito que le surge en el camino. Es la Presidenta de Vinavin (Asociación de Amigos del Vino y del Vinagre) al igual que de Ecoracimos, Concurso Internacional de Vinos Ecológicos, que se celebra en Córdoba. Y es que Rocío y la familia Robles están volcados en la producción de vinos ecológicos.

Mariola Sánchez Mariola Sánchez

Mariola Sánchez / A. S.

Toca hablar de una granaína con un coraje y tenacidad fuera de lo común. Me refiero a Mariola Sánchez, que confiesa que llegó al mundo del vino "por casualidad". Cuando terminó Ingenieros Agrónomos en 2001, su padre la condujo hacia la viticultura y la enología, y se fue a Madrid para cursar el máster en la escuela de Agrónomos. "Debo agradecerle a él que el trabajo de mi vida sea también mi pasión". En 2005 consiguió su licenciatura. Ya había hecho su primera vendimia en 2004, en Bodegas Tío Pepe (González Byass) en el Marco de Jerez. Actualmente asesora a varias bodegas, sobre todo de Granada, entre otras Saabor, La Gabirra o Jabalcón, y en otras provincias como Bodegas Morosanto en Ronda.

Montserrat y Begoña Sauci Montserrat y Begoña Sauci

Montserrat y Begoña Sauci / A. S.

En la DO Condado de Huelva, dos hermanas, Montserrat y Begoña Sauci, son la tercera generación de una familia de larga tradición vinícola que comienza en el s. XIX, cuando unos vinateros franceses apellidados Saussi se asentaron en la zona. Algunas generaciones más tarde, en 1925, su abuelo Don Fernando Sauci, fundó Bodegas Sauci. Así hasta llegar a ellas que tomaron las riendas en 2002 aunque confiesan que realmente,  siempre han estado en la bodega. "Cuando tus orígenes familiares están en el vino y tu padre te inculca esta pasión desde niña, está en tu sangre y en tus propios genes", me confiesan. "Además, no queríamos que se perdiera la tradición vinícola, ni de la familia ni de la zona. Muchas empresas cierran cuando hay un cambio generacional y eso al final hace desaparecer las raíces y tradiciones de un pueblo", añaden.

Gema Pérez Gema Pérez

Gema Pérez / A. S.

Vayamos a una de las DDOO más pujantes de Andalucía: Serranía de Ronda (Málaga) para hablarles de Gema Pérez de Milamores, una empresa de servicios enoturísticos que ofrece, por ejemplo, visitas a siete bodegas de la DO. Además, tienen un acuerdo de colaboración para dinamizar el Centro Integral del Vino de Ronda. Gema me cuenta que llegó al mundo del Vino en 2009 , cuando su padre, Juan Pérez del Valle, decide plantar un viñedo en una pequeña parcela que tenían en la Serranía de Ronda. "Y después de pensarlo mucho, me matriculé en el máster de la UMA de la Facultad de Turismo en Viticultura, Enología y Enoturismo, una clase de 13 alumnos en la que solo éramos tres mujeres.  En la última fase el gerente de Milamores me hizo una oferta de trabajo. De eso hará nueve años el 10 de marzo, en los que no he dejado de formarme y en los que he compaginado ese trabajo con la coordinación de los trabajos en el viñedo familiar". Aunque reconoce que "es un mundo en el que se cae fácilmente  en convencionalismo rancios, y ha costado mucho quitarse títulos como "la hermana del viticultor", "la hija del bodeguero" o "la mujer del enólogo".

En cuanto a los obstáculos que se han encontrado y se siguen encontrando por el  camino por el hecho de ser mujer, evidentemente cada una "cuenta la feria como le va" según el contexto y las circunstancias.

Gema me confiesa: "Al principio, mi padre llevaba toda la coordinación y no vi o encontré obstáculos. Pero mi padre  falleció prematuramente y aunque mi familia confió en mí, sí que me encontré algunos obstáculos y  algunas personas me cerraron la puerta, pero se me abrieron otras".

Otro cantar es la historia de Doña Pilar Pla. Como nos dice su hija "yo no me encontré con dificultades notorias. Naturalmente; en los 70 era otra cosa Primero, se pensó que estábamos locas; luego que sabíamos lo que queríamos, pero que era difícil que tuviéramos la constancia necesaria. Y después se nos aceptó. Mi madre luchaba, yo apoyaba. Ella estaba en la bodega, mientras yo continuaba mi "lucha" particular en la Universidad. Éramos dos personas abriéndonos hueco en espacios distintos. Pero sé que he levantado expectación: a ver que hago. Y en cierto modo me veo un tanto 'vigilada…'".

En cuanto a las hermanas Sauci, me dicen que su padre no quería que se dedicaran "a este mundo tan duro y masculino". "Nos hemos sentido bodegueras toda la vida, hemos estado aquí desde niñas. Es cierto el hecho de ser mujer dificulta aún muchas cosas, pero también nos diferencia y por tanto, también tiene una parte positiva".

Mariola Sánchez dice no haber encontrado obstáculos en su trabajo por el hecho de ser mujer. "Desde mi primera vendimia en Jerez, pasando por todos los años que he estado trabajando en Italia y a día de hoy, siempre me he sentido muy respetada y tratada con mucho cariño por parte de mis equipos, donde el 95% son hombres".

¡Brindo por todas ellas!

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