Las mujeres se han ido abriendo camino entre los viñedos y bodegas andaluzas en un mundo tradicionalmente masculino. Lejos de estereotipos y complejos, las mujeres se nos hemos ido posicionando, con paso lento pero firme en las empresas vitivinícolas andaluzas.

No ha sido un camino fácil, muchas de ellas han conseguido sus trabajos después de una larga preparación en universidades o en es cuelas de formación profesional y otras han tomado las riendas de sus empresas familiares imprimiéndoles un carácter renovado y fresco. Las mujeres siempre estuvieron en la vitivinicultura, pero ahora también las podemos encontrar en puestos de responsabilidad, aunque aún siguen siendo minoría, sobre todo en la gestión y supervisión de las explotaciones vitícolas y en los puestos directivos.

Con el objetivo de propiciar el encuentro, la puesta en común y la colaboración así como de dar visibilidad a todas las mujeres que trabajan en cualquiera de los ámbitos de la vitivinicultura, el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) organizó el pasado 3 de marzo en su sede de Cabra (Córdoba) una jornada sobre Las Mujeres en la Vitivinicultura Andaluza.

En esta jornada, presentada por Araceli Cabello Cabrera, delegada Territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo sostenible en Córdoba; José Cara, presidente del IFAPA; y Brígida Jiménez, directora del IFAPA de Cabra, intervinieron ponentes de todos los perfiles. Un encuentro de colaboración y reivindicación:Pilar Ramírez Pérez, ingeniera agrónoma y técnica especialista de IFAPA Córdoba; Mariola Sánchez, ingeniera agrónoma y asesora de bodegas en Andalucía; Carmen María Requena, ingeniera agrónoma y gerente de Tierra de Vinos (Córdoba); Julia Losantos, bióloga y enóloga, directora técnica de Bodegas Doña Felisa en Málaga; Blanca Serrano, ingeniera técnica agrícola y enóloga y gerente de Bodegas Marcelino Serrano;: Ángela Portero Bellido, ingeniera agrónoma y directora Técniac de API del Consejo Regulador de la DO Montilla-Moriles; Silvia Baena, doctora en Química y responsable de Calidad de Único Vinagres y Salsas; Belén Puertas, doctora en Química y enóloga, investigadora principal del IFAPA Rancho de la Merced en Jerez de la Frontera; Rocío Márquez, bióloga y enóloga, directora técnica de Bodegas Robles; Araceli Molinero Torres, jefa de Estudios y coordinadora del FP Dual en el Puerto de Santamaría (Cádiz); Fuensanta Martín Cáceres, sumiller y gerente de la Bodeguilla de Al lado y Petra Vinos en Granada; Y yo misma, como comunicadora y divulgadora de la cultura del vino.

Los temas más recurrentes fueron el problema de la conciliación tanto en bodegas familiares y en grandes bodegas, ya que “el campo no espera” y hay que trabajar cuando es necesario en las diferentes labores. Y que en este mundillo, siendo mujer siempre hay que demostrar el doble.

La necesidad de acciones desde la Administración para darnos visibilidad y eliminar estereotipos. Porque ya está clara la presencia real de la mujer en los diferentes ámbitos de trabajo: educación, enología, viñedo, bodegas, distribución, venta y sumillería ¿Y cuál es esa presencia por provincias y por dimensión de cada bodega? El objetivo común de todas nosotras: normalizar y aumentar la presencia de la mujer en el sector vitivinícola andaluz. Este objetivo se plantea a tres años vista, algo realista pero que necesita el esfuerzo de todos.