Se tiene asociada el deporte de la petanca, efectivamente, han leído bien, este 'juego' es un deporte, de hecho, será olímpico en 2024. Como se iba diciendo, la petanca se tiene asociado a la tercera edad, un juego para y de jubilados. Nada más alejado de la realidad. Al ser un deporte en el que no hace falta una forma física envidiable para practicarlo y consta más de técnica, maña y suerte es una actividad que la pueden practicar todo tipo de personas, desde niños hasta mayores.

La Feria del Corpus ofrece muchos atractivos a los granadinos y granadinas de la ciudad y del Área Metropolitana, actividades de diversa índole. Ayer por la mañana si tuvieron a bien dar un paseo por el Paseo del Salón puede que vieran a un conjunto heterogéneo de personas jugando a la petanca. Se celebraba El Trofeo Corpus de Petanca, que organizaba el Club Deportivo Granada Internacional de petanca.

Un deporte inclusivo, al que puede jugar todo el mundo, sin hacer excepción de edad y género, de hecho, Pilar que participaba en el evento, granadina de Baza y campeona nacional de este deporte. La deportista contaba a este periódico que la petanca es un deporte muy bien organizado a nivel nacional, con una federación muy bien estructurada. En Granada hay unos trescientos jugadores federados, señalaba otro participante, aunque no recibe mucho apoyo de las instituciones en la provincia, según señalaba otro jugador.

La petanca es un deporte que no tiene demasiada tradición en España, pero allende los Pirineos, en Francia a principios del siglo XX, donde surgió la forma actual de este deporte, es muy popular y casi de carácter nacional, tanto es así que en los campeonatos mundiales son los franceses los que demuestran mayor nivel. Su origen se remonta a muchos siglos antes. Según reza en la página web de la Federación Española de Petanca, los historiadores atribuyen 26 siglos de historia al deporte. El nombre viene de la expresión Pieds Tanquees, es decir pies juntos, porque se cuenta que un jugador en la Provenza, un jugador había perdido sus piernas en un accidente y su hermano que también era un gran jugador le propuso una partida sin impulso en un terreno más corto.

Esteban de 26 años, viene de Huétor Tájar, lleva jugando desde los diez años (al parecer, la afición en los pueblos es superior a la que hay en la capital), y explica que para convertirse en un buen jugador de petanca hacen falta: técnica, mucho entrenamiento (la práctica hace la maestro), puntería y que la suerte esté de tu lado.