Corpus

Una noche mágica llena de música y baile en el miércoles del Corpus de Granada

Imagen del ferial de Granada durante la noche del miércoles de Tarasca

Imagen del ferial de Granada durante la noche del miércoles de Tarasca / Cristian Castro

El miércoles de Corpus contó con el protagonista desafortunado de la lluvia, el cual estuvo presente la mayor parte del día e impidió que la Tarasca saliese a las calles de Granada el día señalado. Sin embargo, la lluvia se marchó en torno a las ocho de la tarde, lo que dio paso a que los granadinos pudiesen divertirse en una noche llena de fiesta y diversión. Aprovechando que el jueves es festivo, una gran afluencia de público se desplazó al recinto ferial para darlo todo en las casetas y disfrutar de todo lo que la feria puede ofrecer.

Esta gran afluencia de público se hacía notar nada más llegar a la entrada principal de la feria. En ella, especialmente grupos de gente joven, aguardan a la espera de que llegase el amigo que les faltaba para poder adentrarse en el ferial. El tradicional puesto de vino de la entrada, como siempre con una gran concurrencia para degustar su gran producto.

La música empieza a ser la protagonista de las casetas, lo que hace que muchos se contagien de ella y comiencen a bailar en medio de las calles de la feria. El público asistente es mayormente joven, pero esto no quita que haya gente de cualquier edad. Dependiendo de la caseta el público será mayormente de una generación u otra, pero en muchas de ellas se mezclan personas de cualquier edad, lo que da muestra del gran ambiente que se vive en la feria.

En las zonas de las casetas ya se puede observar que el lleno es prácticamente absoluto en la mayoría de ellas. Dentro de ellas los granadinos bailan y beben las populares jarras de rebujito o cerveza. Con todo esto, cabe mencionar el gran repertorio musical que se daba entre las casetas, habiendo géneros musicales para todos los gustos. Desde las tradicionales coplas, hasta música española, reguetón o tecno. 

En muchas de las casetas el lleno era tal que los asistentes tenían que hacer cola. Esto fue así durante muchos instantes de la noche en la caseta de Caja Rural. En otras, el aforo directamente se desbordaba de la propia caseta y la gente se amontonaba en el exterior, como en el caso de las casetas De Jaleo, La que te Dije o A Mi Manera. El recibimiento de los granadinos fue tal, que en muchas ocasiones resultaba dificultoso poder transitar por algunas de las calles del recinto, tal fue el caso en la calle La Caña.

Los responsables de casetas y camareros consultados para este medio señalaban el éxito que estaba siendo la noche y de la gran acogida que estaban recibiendo. Incidían que, al ser festivo al siguiente día, todo aquel que podía aprovechaba para poder acercarse a la feria. Como todos los años en el Corpus, los días del miercoles y sábados son los que más abundancia de personas reunían en el ferial. 

La noche transcurre sin problemas

Estas previsiones también son tenidas en cuenta por la propia policía y los servicios de asistencia, de los cuales se podía observar mayor presencia que otros días. En declaraciones a Granada Hoy, la Policía Nacional recalcaba lo tranquila que estaba transcurriendo la noche, sin haber nada destacable, salvo el caso de algún estupefaciente. Pese a ello, los agentes consultados, teniendo en cuenta su experiencia en noches como esta, no descartaban que pudiese darse el caso de alguna palea estando más adentrada la noche. 

En la feria también se halla la zona de Punto Violeta, en donde si una mujer sufre algún tipo de violencia puede acudir para ser asistida. En el momento que fueron consultados para este medio, señalaron que todo estaba tranquilo y que no se había dado ninguna incidencia.

Diversión para todos

Respecto a los columpios, especialmente los niños pudieron disfrutar de otra tarde noche llena de diversión. Muchas familias, teniendo en cuenta que los peques no tenían escuela al día siguiente, ni los padres tener que asistir a sus puestos de trabajo, alargaban su presencia en la feria.

Estando bien adentrada la noche, aquellas atracciones dedicadas sobre todo a los asistentes más peques ya estaban cerradas, como era el caso de la Mansión del terror. Sin embargo, había otras que seguían con sus carteles luminosos encendidos repartiendo diversión a todo aquellos que aún tenían ganas de pasearse.

Más allá de las casetas y los columpios, los puestos de comida que hay repartidos por el recinto, como de kebab, gofres o hamburguesas también trabajaban a pleno rendimiento.

El Corpus de Granada supera el ecuador de la semana con un gran acogimiento por todos los granadinos. La noche del miércoles se convierte en mágica con el ambiente que se puede vivir dentro de la feria, haciendo que el día lluvioso que se vivió quedase olvidado rápidamente. La música sonaba más que nunca y la gente bailaba y cantaba dándolo todo junto a sus amigos y seres más queridos. 

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