Los caballos, por encima de los toros

Triunfos de Leonardo Hernández y Diego Ventura, que abren la Puerta Grande de la Maestranza de Granada. Buena entrada con un público distinto al de las corridas de a pie.

Juan Miguel Alonso, Granada

30 de mayo 2016 - 09:02

PLAZA DE TOROS DE LA MAESTRANZA DE GRANADA

Ganadería: Se lidiaron seis toros de la ganadería de Castillejo de Huebra.

REJONEADORES: Sergio Galán, saludos y oreja. Diego Ventura, saludos y dos orejas. Leonardo Hernández, oreja y dos orejas.

INCIDENCIAS: Sexto festejo, quinta de abono, algo más de media entrada. Tarde fresquita. Diego Ventura y Leonardo Hernández salieron a hombros.

Con la corrida de rejones finaliza el ciclo taurino correspondiente a la Feria del Corpus 2016 en Granada, en la que de nuevo se abrió la Puerta Grande de la Maestranza granadina, esta vez para compensar las meritorias actuaciones de los caballeros rejoneadores Diego Ventura, que cortó tres orejas, y Leonardo Hernández, que se hizo con un trofeo. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Castillejo de Huebra, flojos y descastados, y de desigual presentación.

Sergio Galán, que tuvo que salir por su pie, le tocó en suerte el peor lote. El primero, un toro negro de nombre Aventurero de 499 kilos, lo recibió el caballero a la puerta de toriles a lomo de Amuleto, pero no pudo lucir ante un astado al que era imposible encelar con los caballos. Con Ojeda se puso tan cerca que su oponente casi alcanza al caballo al clavar banderillas. No estuvo acertado con el rejón de muerte y saludó desde el tercio.

En su segundo adversario, cuarto del festejo, Malaguero, de 470 kilos, otro mal toro, manso a rabiar, que le costó un mundo al jinete sacarlo de querencia. De nuevo lo recibió con Amuleto. En banderillas, muy complicado, el toro no iba y lució poco con Fino y Roneo. El rejoneador clavó con soltura tres rosas a lomos de Fado y realizó el tercio de muerte junto al caballo Óleo, clavando el rejón con su adversario totalmente parado. Tuvo como premio una oreja y hubo petición de la segunda.

Diego Ventura, se enfrentó al segundo de la tarde, primero para él, otro toro negro de nombre Pensador, que dio 472 kilos en la báscula. Comenzó la faena montando a Lambrusco, con quien clavó dos rejones de castigo. Siguió en banderillas con Nazarí, ejecutando la suerte desde muy cerca y poniendo en aprietos al caballo. Otras dos banderillas con Maño, que quebró en la misma cara del toro, pusieron al público en pie. Las banderillas cortas, que clavó al violín, montando a Remate también gustaron. Perdió todo con el rejón de muerte, pinchó tres veces antes de dejar un rejonazo que no fue suficiente, teniendo que descabellar. Aplausos.

Con el quinto, segundo de su lote, un negro de capa de nombre Junitero y que pesó 453 kilos, salió Ventura a por todas, y eso que el toro no le ayudó. Montando a Añejo clavó dos rejones de castigo con facilidad. Con Fino clavó tres meritorias banderillas, de frente y quebrando en la cara del toro, sacando una ovación de la grada. Con Duelo, se lució en banderillas cortas y en una rosa, y entró a matar, con un rejonazo entero, que tuvo que cumplimentar con un certero descabello. Dos orejas.

El tercer caballero, Leonardo Hernández, fue el triunfador de la tarde. Comenzó toreando a Pensador, segundo de la corrida, que pesó 472 kilos. Recibió montado en Champan, con quien clavó dos rejones de castigo sin mucha brillantez. En banderillas utilizó a Amatista, realizando la suerte muy ajustado en el encuentro. Con Xarope que salta sobre las cuatro patas, algo que emociona al público, puso tres banderillas cortas al violín. Perdió todo el calor que tenía la faena a la hora de matar, el toro se cerró en tablas y fue difícil. Una oreja.

Con el que cerró la tarde y la feria, otro toro negro de capa y de nombre Pescador, que dio 460 en el peso, posiblemente el mejor toro de la tarde, Leonardo Hernández utilizó a Titán de salida, pero volvió a cargar la responsabilidad en su caballo Despacio en banderillas, y estuvo espectacular con Sol en las cortas que, de nuevo, puso al violín. Falló en un primer intento de matar, estaba muy cerrado en tablas, salió al tercio y ahí rodó el toro. Dos orejas.

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