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Carchuna se despide del yate de lujo tras diez días encallado

Carchuna se despide del yate de lujo tras diez días encallado

Carchuna se despide del yate de lujo tras diez días encallado / Alba Feixas

Más de ocho horas de trabajo han hecho falta para que el equipo de Salvamento Marítimo consiguiese reflotar el yate de lujo encallado en la playa de Carchuna desde hace 10 días. Los cerca de una treinta de operarios desplegados en la zona, tras una operación laboriosa, se miraban con cara de satisfacción por haber conseguido algo que, a priori, era muy complicado. Desde primera hora de la mañana, efectivos de operaciones especiales y lucha contra la contaminación de Salvamento de Cartagena y Sevilla trabajaban afanosamente para lograr un objetivo, inicialmente poder reflotar el yate y, posteriormente que este pudiese ser desplazado hasta el Puerto de Motril, donde llegó pasadas las siete de la tarde remolcado por la Salvamar Gienah.

El trabajo para reflotar el barco ha sido minucioso, tenía que ser así, el primer hándicap a solventar era el de desplazar a la embarcación unos 30 metros hacia el mar para desprenderlo de las grandes lajas que hay en la zona y que hicieron que encallase. Para ello, los operarios han pasado largas horas acomodando distintos globos de aire a presión alrededor del barco, así como en varios camarotes del interior, para darle flotabilidad. La zona, que llevaba varios días acordonada para evitar que los más curiosos se acercasen demasiado al lugar de trabajo, se ha tenido que ampliar 300 metros más en cada lado. La Policía Local pedía a los que se acercaban y dejaban una larga hilera de coches enfilados uno detrás de otro, que permanecieran dentro de los automóviles o abandonasen el perímetro. Una vez tensado el cable que permitiría "salvar" al 'Neeveen' de la prisión de piedra, todo el mundo tenía que estar a cubierto, "si se rompe el cable se escuchará un silbido ensordecedor", explicaba uno de los trabajadores, mientras otro añadía que era mejor estar a cubierto si eso pasaba, "si el cable se rompe y sale volando, corta como la mantequilla".

El jefe del centro de coordinación y Salvamento Marítimo de Almería, Jose Manuel Allegue, explicaba que "durante el fin de semana terminados la extracción de combustible, y el lunes y martes se procedió a la retirada de otros restos contaminantes. Estos dos días se ha preparado todo el equipo para el reflotamiento del yate, que consiste en darle flotabilidad al barco por medio de globos de aire a presión. Hay globos dentro del barco y en toda su periferia. Posteriormente el SAR Mastelero intentará sacarlo de la parada, son unos 25 o 30 metros de piedra de los que hay que liberarlo y tras eso ya tendría flotabilidad".

"Si todo va bien, se trasladará al Puerto de Motril donde una grúa pulpo lo sacará a tierra", indicó Allegue, quien resaltó que se trata de "una operación muy compleja y lenta".

Pero no todo salió como se esperaba, al menos al principio. Pasadas las 13:30 horas, y después de varias horas asegurándose de que todos los globos estaban bien colocados e inflados – cada uno de ellos tarda 30 minutos en estar llenos por completo- y todo el mundo a cubierto, el SAR Mastelero encendía motores para proceder a tirar del yate. Varios estruendos, desconcierto por ver como la embarcación no se movía ni un milímetro y humo negro saliendo del barco de Salvamento que veía como una avería imprevista retrasaba, una vez más, el rescate de la embarcación de recreo. Se barajó la posibilidad de desplegar al SAR Luz de Mar del Puerto de Algeciras, aunque finalmente no hizo falta. La tripulación a bordo del Mastelero consiguió un tiempo después solucionar el contratiempo.

Finalmente decidieron cambiar la estrategia y tirar del barco desde la proa, algo que surtió efecto y permitió a los de Salvamento desplazar unos 30 metros el barco que en su día perteneció a un jeque árabe de Marbella. La alegría entre los operarios desplegados en la zona fue notoria, después de varios días y muchas horas de trabajo, por fin conseguían mover este yate. Algunos, incluso, se atrevieron a entonar el 'Marinero de luces' de Isabel Pantoja, mientras el 'Neeveen' cogía rumbo hacia la profundidad. Rápidamente, todos los operarios volvieron al yate para solucionar sobre la marcha las distintas 'heridas' en el casco que pudiesen suponer un problema, y recolocar los distintos balones.

De esta forma se da por finalizado un rescate que se ha alargado más de lo esperado en el tiempo, debido a la complejidad orográfica de la zona donde quedó encallado este yate de bandera extranjera y que ha tenido en vilo a muchas personas. A partir de aquí, solo tras las distintas evaluaciones que se le realizarán en la dársena granadina, decidirán si finalmente puede salvarse el barco, y por consiguiente, sacarlo a subasta, o si por el contrario, se desguaza. 

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