Sanidad

Denuncian una nueva agresión en un centro médico de la costa de Granada

Denuncian una nueva agresión en un centro médico de la costa de Granada

Denuncian una nueva agresión en un centro médico de la costa de Granada / G.H.

Una nueva agresión en un centro sanitario de la costa de Granada. La más brutal, aunque no la única que se ha registrado en las últimas fechas, a un celador de guardia en el centro de salud de Castell de Ferro, quien fue agredido por un usuario en fin de año. 

Durante el 2023 las agresiones a personal sanitario se incrementó un 75% con respecto a 2022, de las 28 agresiones que se produjeron, 12 se perpetraron en el ámbito hospitalario y otras 16 en la atención primaria. No son casos aislados, los profesionales sanitarios ven como cada vez este tipo de agresiones aumentan en número y en repercusión. Sin ir más lejos, a principio de 2023 en el servicio de Urgencias del Hospital Santa Ana de Motril, un enfermero, una celadora y dos agentes de seguridad resultaron malheridos tras recibir múltiples patadas, arañazos y puñetazos, además de amenazas de muerte. Las agresiones no han cesado, en mayo un celador conductor sufrió una agresión en Armilla cuando tramitaba la admisión de un paciente y éste le propinó varios puñetazos; meses después una médico de familia del centro de salud de Atarfe, era golpeada por dos mujeres mientras pasaba consulta. 

Motivo por el que la Gerencia y el equipo directivo del Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada se han concentrado a las puertas de los principales centros de Salud y Urgencias hospitalarias de la Costa para mostrar su repulsa y gritar que están hartos de las agresiones físicas o verbales de las que son objeto los profesionales durante el desempeño de sus funciones de manera reiterada.

Durante la concentración, y a través de la lectura de un manifiesto, se ha querido recordar a la ciudadanía que cualquier tipo de violencia, ya sea física o verbal, es una lacra social intolerable e injustificable desde todo punto de vista y en ninguna circunstancia podemos consentir, ni aceptar.

Las agresiones a profesionales sanitarios son consideradas un delito contra la autoridad (según viene recogido en el Código Penal) y por ello cualquier amenaza, coacción, agresión física y/o verbal, o cualquier otra actuación ilícita o que suponga alguna forma de acoso o persecución contra los profesionales de los centros sanitarios públicos, puede denunciarse por la vía penal, incluidas los insultos, vejaciones o descalificaciones que tengan por objeto desacreditar públicamente la profesionalidad de un trabajador del ámbito sanitario, aunque éstas sean expresadas en las redes sociales o mediante cualquier otro medio que lo difunda.

Señalan que los profesionales del sistema sanitario público ponen todo su esfuerzo para atender las necesidades de salud de la población en base a criterios clínicos y valores éticos. "La desconfianza, la exigencia desmedida y la agresividad por parte de pacientes y/o acompañantes, generan malestar y estrés entre los profesionales y con ello solo consiguen mermar su ilusión y su capacidad de respuesta ante la necesidad de asistencia sanitaria".

Al hilo, inciden en que "hacer un uso adecuado de las instalaciones y los recursos sanitarios, así como respetar las normas y a los profesionales, es un deber de toda la ciudadanía. La sociedad que no respeta y no valora a sus profesionales sanitarios es una sociedad en decadencia".

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