Las 24 horas del día, los 365 días del año. Se encargan de vigilar el mar para que nada pase: desde rescate de personas hasta remolque de barcos a la deriva, prevención y lucha contra la contaminación marina, rescate de migrantes o el control del tráfico marítimo. Son solo algunos de los trabajos que realizan las 1.498 personas que componen el equipo de Salvamento Marítimo en sus 20 centros de coordinación, con cerca de 90 medios -entre embarcaciones, aviones y helicópteros-. Durante el ejercicio del 2022 asistieron a 39.594 personas en peligro en el mar, controlaron a 303.980 buques desde los distintos centros de coordinación que disponen, vigilaron más de 258 millones km² de superficie marina y se vigilaron más de 181.000 barcos por aviones y satélites para prevenir la contaminación marina.

En la recta final del año, Salvamento Marítimo hace balance de las operaciones realizadas durante el 2022 donde destacan, entre múltiples operaciones que los convierte un año más en referentes en seguridad y protección, dos operativos realizados en la costa de Granada: la extinción del incendio en un buque atracado en el Puerto de Motril y el reflotamiento de un yate encallado en la playa de Carchuna que generó gran expectación por la impresión de ver la embarcación tan cerca de la orilla.

Una vez comunicada la emergencia y el equipo de Salvamento recibe la señal de socorro, reaccionan desplegando una misión SAR en tres etapas: planificación, despliegue y desarrollo. 

El 20 de enero de 2022 el incendio en una de las bodegas de un barco que estaba atracado en el Puerto de Motril hizo saltar todas las alarmas y la Autoridad Portuaria tuvo que activar su plan de emergencia para evitar daños mayores. La rápida intervención por parte de los responsables de la dársena granadina, los Bomberos de Motril, así como de una embarcación de Salvamento Marítimo permitieron que se consiguiera controlar en algo más de dos hora este aparatoso incidente.

El incendio se originó a primera hora de la tarde en la bodega de un barco de carga que se encontraba atracado en el muelle de las Azucenas cargando chatarra. El centro coordinador en Almería movilizó al buqueSAR Mastelero, siguiendo instrucciones del Capitán Marítimo motrileño, para enfriar el casco y la cubierta del barco, así como para extinguir el fuego en la bodega. Además, tuvieron que realizar varios movimientos de otros buques atracados para evitar que el incendio se propagara. El capitán del SAR Mastelero, Tomás Tejedor, explica en el informe de la entidad pública que "tras dos horas de intervención utilizando uno de los dos monitores FiFi del buque, capaz de suministrar por sí solo hasta 1200 m3/hora de agua, se consiguió laextinción del fuego declarado por auto combustión de la carga de chatarra de la bodega de proa del buque mercante Balat, en el puerto de Motril. El capitán marítimo, en coordinación con la Autoridad Portuaria de dicho puerto y los bomberos, había requerido nuestra asistencia dada la magnitud del incendio, que hacía inasumible la extinción con sus medios, debido al volumen de cargamento a enfriar y la elevada temperatura del mismo".

Además, indica que la primera oficial del SAR Mastelero, Patricia Viqueira, "manejando de manera impecable el monitor FiFi de estribor durante las más de dos horas que duró la operación, fue la encargada de extinguir el incendio y posteriormente enfriar carga y casco del mercante hasta que éste quedó seguro. La operación finalizó con éxito. A destacar la buena coordinación entre todos los medios y Autoridades que intervinieron".

Un trabajador de Salvamento Marítimo ve desde la orilla como se llevan el yate encallado en Carchuna tras 10 días de trabajo

Por otro lado, Salvamento Marítimo destaca la actuación realizada durante el mes de febrero en la playa de Carchuna, cuando el Neeveen, un yate de bandera británica, encalló en la playa. Un suceso que no dejó indiferente a nadie y que levantó gran expectación desde el primer día. De hecho, multitud de vecinos de distintos puntos de la provincia aprovecharon los días de descanso para ver en directo este barco e inmortalizar la imagen. 

Diez días estuvo varado junto a la Chucha. Y no fue hasta que el capitán marítimo de Motril dictó el acuerdo de ejecución subsidiaria solicitando la actuación de Salvamento Marítimo para la retirada del combustible que seguía a bordo del buque y su reflotamiento, que no se pudo hacer mucho. Hicieron falta más de ocho horas de trabajo para que el equipo de Salvamento Marítimo consiguiese reflotar el yate de lujo. Cerca de una treinta de operarios desplegados en la zona consiguieron con éxito llevar a cabo una operación laboriosa y muy complicado. 

El trabajo para reflotar el barco fue minucioso, tenía que ser así ya que el primer hándicap a solventar era el de desplazar a la embarcación unos 30 metros hacia el mar para desprenderlo de las grandes lajas existentes en la zona y que hicieron que encallase. Para ello, los operarios pasaron dos días acomodando distintos globos de aire a presión alrededor del barco, así como en varios camarotes del interior, para darle flotabilidad. La Policía Local tuvo que estar también presente porque era necesario establecer un perímetro de seguridad por un gran cable tensado y no fueron pocos los curiosos que se acercaron hasta la zona, el principal peligro residía en ese cable, si se rompía podía salir disparado hacia cualquier parte. Tras solucionar algún contratiempo, el SAR Mastelero consiguió tirar de él y llevarlo hasta el Puerto de Motril. Una vez allí, la Salvamar Gienah lo aproximó al travel lift para subirlo a la dársena y depositarlo en un recinto aprobado por la Autoridad Portuaria. A las 4.00 horas del día 19 de febrero, los controladores marítimos de nuestro Centro en Almería concluían la emergencia tras 12 días de coordinación de las operaciones.

Imagen de archivo de la Salvamar Gienah llegando al Puerto de Motril tras el rescate de una patera

La punta del iceberg de las actuaciones

Aunque estas dos actuaciones son algunas de las más destacadas del año por la entidad, no son pocas las actuaciones que realizan en la provincia de Granada. Sin ir más lejos, en junio de ese año fueron requeridos para el remolque de un buque de madrugada después de que sus tripulantes pidiesen ayuda tras declararse un incendio en la embarcación. En dicho operativo se movilizó al helicóptero Helimer, la Salvamar Gienah y al SAR Mastelero. 

Por otro lado, realizan una función importante en el rescate de personas que se echan al mar en busca de un futuro mejor. Durante 2022 las costas andaluzas registraron la llegada de 7.044 personas en pateras que fueron interceptadas por los servicios estatales de seguridad y salvamento, según datos de Interior, Granada registró la entrada de 858 personas, es decir, un 20,7% que en 2021, cuando fueron 1.082 los trasladados prioritariamente hasta el Puerto de Motril tras ser interceptadas sus pateras en el mar.

La Salvamar Gienah durante un ejercicio frente a Torrenueva Costa

A nivel nacional, Salvamento Marítimo destaca otras intervenciones, como el rescate de un navegante francés que permaneció 16 horas en el interior de su velero volcado en Malpica, atrapado bajo el casco de la embarcación, respirando gracias a una burbuja de aire de unos 40 centímetros que se formó, y que le permitió sobrevivir. O el rescate en condiciones extremas de un regatista en Galicia.

España cuenta con un perímetro costero de unos 8.000 kilómetros, y el área de trabajo de Salvamento Marítimo se extiende por una superficie marina que ronda el millón y medio de kilómetros cuadrados repartidas por el Atlántico, el Estrecho, el Mediterráneo y Canarias.  Durante el 2022 coordinaron el rescate, asistencia o búsqueda de 39.594 personas en toda España, es decir, una media de 108 personas al día.