El gran vínculo sentimental que el Rey Balduino de Bélgica sentía por Motril es por todos conocido. Pasaba largas temporadas junto a Fabiola de Mora y Aragón en Villa Astrida, una gran finca situada en primera línea de playa. De hecho, son muchos los vecinos de Motril los que recuerdan aún con cariño como si fuera ayer, como el monarca salía a pasear "como si fuera uno más", lo que hizo que pronto se ganase el cariño de todos.

Cuando se cumplen el treinta aniversario de su fallecimiento, 31 de julio de 1993, Motril se prepara para acoger la inauguración del 'Memorial Rey Balduino', un encuentro en el que se podrán ver algunos de los recuerdos y objetos personales del monarca belga, así como 'vivir' momentos destacados del Rey de los belgas para conocer su parte más humana. Un memorial en el que llevan ya un tiempo trabajando y que será solo la punta del iceberg de los actos programados para conmemorar la efeméride. 

Actividades que el propio Rey de España, Felipe VI, pudo conocer el pasado viernes tras presidir los actos realizados en Motril con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, gracias a la invitación de la Fundación INEIS, tras una ofrenda floral realizada ante la estatua del Rey Balduino que preside el patrio de entrada de Villa Astrida, y en compañía de la marquesa de Arienzo, anterior presidenta de la Fundación, Inés Escrivá de Romaní Mora, Leticia Ruiz de Ojeda Silva, además de la ministra de Defensa, Margarita Robles, el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, la alcaldesa en funciones de Motril, Luisa García Chamorro, y el ministro consejero de la Embajada del Reino de Bélgica en Madrid, José de Pierpont. 

Un acto privado en el que además se pudo ver junto a la estatua homenaje, la silla en la que murió el monarca y que pasará a formar parte de la colección de objetos que se podrán contemplar en el Memorial que se prevé abrir al público a partir del día 1 de agosto.

Además, dentro de los actos programados y organizados por la propia Fundación, se oficiará en su memoria una Eucaristía, que oficiará el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo. El domingo, día 30, habrá una misa presidida por la imagen de laVirgen del Carmen, a la que Balduino tenía tanta devoción, y que procesionará a continuación hasta la iglesia de Santa Josefina de Bakhita, de la que es párroco Alejandro Anguís. Un concierto en los jardines de la villa, completa, de momento, los actos previstos.

Con estos actos pretenden mantener viva su memoria y acrecentar el vínculo de Motril con quienes eligieron este rincón granadino para pasar grandes temporadas haciendo de Villa Astrida un centro de reuniones familiares; y que ahora se convertirá, con la apertura del 'Memorial Rey Balduino', en un lugar de visita yreconocimiento a una figura entrañable, Balduino de Bélgica, al que, treinta años después, aún se recuerda y admira.

Ya en 2021 la ciudad le rindió un emotivo homenaje con motivo de la efeméride de su partida al descubrir una placa en el exterior de los jardines de Villa Astrida, en el que se recuerda la figura del rey Balduino de Bélgica y los momentos de su estancia en la ciudad motrileña, presidido por la princesa Margaretha de Luxemburgo. 

La ciudad lleva tiempo demostrando el agradecimiento de los vecinos por la "humanidad" y el "incondicional cariño" del monarca con Motril y los motrileños, realizando distintos actos con su nombre o colocando una placa cerca de su finca en la playa para que no se pierda en el imaginario colectivo la huella que el Rey Balduino dejó entre sus vecinos. 

De hecho en esta ciudad se ha querido dar el nombre de los monarcas de Bélgica a diferentes instalaciones entre ellas el Paseo Marítimo, que lleva el nombre del Rey Balduino y un centro escolar, el de la Reina Fabiola.

La tarde del 31 de julio de 1993, el monarca falleció a causa de un fulminante ataque cardiaco tras varios años de complicaciones de corazón. Un hecho que hizo que los ojos de todo el país se posaran sobre Motril, hasta donde los entonces reyes de España, Juan Carlos y Sofía, viajaron para despedir el féretro del monarca. 

La reina consorte de los belgas, Fabiola de Mora y Aragón, continuó regresando año tras año a la finca de Villa Astrida, situada en Playa Granada, unas visitas que se hicieron cada vez menos frecuentes debido a la edad de la monarca.