Salobreña inicia el 2022 con el frente puesto en varios proyectos que cambiarán la fisionomía del entorno costero. Una remodelación de su entorno que permitirá, entre otras reformas, mejorar las instalaciones del paseo marítimo o unir por completo el frente litoral entre La Caleta y La Guardia. Un tramo de apenas 200 metros que el Ayuntamiento propuso recuperar y donde se han descubierto más de una treintena de Patella Ferruginea, una especie de molusco que se encuentra en peligro de extinción.

Se trata de un proyecto con el que el Consistorio de la Villa pretende construir un espigón de forma natural en la zona de la fábrica de azúcar para recuperar poco a poco una playa que se perdió con el paso de los años. De esta forma se podría recorrer toda la costa del término municipal por el arenal de la playa.

La alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino, explica a Granada Hoy que durante los estudios previos que se estaban realizando para poner a disposición los terrenos y la documentación necesaria para el deslinde de la zona marítimo terrestre, tanto a la Dirección de Costas como al Ministerio, se detectó la presencia de 39 lapas con un mayor grado de protección.

Un descubrimiento que cambió los tiempos iniciales para llevar a cabo la obra. "Se han hecho estudios de barimetría para estudiar el comportamiento de la ola en cada sitio del frente litoral, además de una serie de mediciones y estudios ambientales para poder trasladar a estas especies marinas y recolocarlas en una zona que tiene las características iguales", indica Rufino.

En este sentido, asegura que se han catalogado todas ellas para que una vez que se inicien las obras en el entorno de la fábrica, buzos especializados coloquen medios aéreos en cada una de las piedras en las que se encuentran ubicadas y las floten, sin salir del agua, hasta el nuevo hábitat. La responsable municipal añade que, pese a que en un principio grupos ecologistas iniciaron una recogida de firmas para intentar evitar que se realizasen estas obras, mantuvieron una reunión donde se enseñaron todos los pasos a seguir y se aseguró la protección de los seres marinos.

Una vez sean reubicadas, ya sí, comenzarán las obras para unir de forma natural las playas de La Guardia  y La Caleta retirando la escollera de piedra que actualmente hace de barrera entre el mar y la fábrica de azúcar, para posteriormente construir un espigón natural con las mismas piedras que se retiren de la zona, y que mantengan los sedimentos y la arena que desde el Ayuntamiento aportarán en un principio, para recuperar la playa.

El proyecto inicial contaba con un presupuesto general de ejecución de los materiales superior a los 650.000 euros que se incrementó hasta los algo más de 762.000 tras incluir el coste del estudio y traslado de la Patella. Y de algo más de un millón de euros en el total del presupuesto base de licitación.

Inicialmente, se planteó la posibilidad de implantar una instalación portuaria en la zona, pero tras años de consultas y reuniones entre el Ayuntamiento y el Servicio Provincial de Costas, se descartó la idea de desarrollo portuario por considerarse poco viable, y se cambió por el actual donde se estudia poder recuperar tradiciones marineras.