La agonía de un buceador desorientado y rescatado por la Guardia Civil en un acantilado de Almuñécar

El hombre presentaba heridas en manos y cara cuando fue encontrado por los agentes

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Un agente de la Guardia Civil, cerca de la Punta de la Mona
Un agente de la Guardia Civil, cerca de la Punta de la Mona / G. C.

La Guardia Civil rescató la semana pasada a un buceador de 50 años de edad que se desorientó por las corrientes marinas, desapareció, y fue rescatado en una zona de rocas de difícil acceso la Punta de la Mona, Almuñécar. El hombre presentaba cortes en manos y cara en el momento del rescate.

El hombre se encontraba realizando una inmersión con una empresa de buceo de la costa granadina cuando los responsables de la misma dieron el aviso a los agentes: uno de los componentes de la expedición había desaparecido después de que las corrientes de la zona le hubieran alejado del grupo y no lo localizaron posteriormente.

En ese momento, los agentes del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Granada fueron los encargados de llevar a cabo la intervención de rescate, los cuales, tras tener conocimiento de lo sucedido, rápidamente se desplazaron en embarcación al lugar de los hechos.

Los agentes de la Benemérita realizaron una batida de búsqueda por aproximación en la zona donde podría ubicarse el buceador, valorada la dinámica de las corrientes marinas del momento, para lo que utilizaron una pequeña embarcación auxiliar.

Finalmente, los guardias civiles consiguieron localizar al buceador en una zona de rocas escarpada y de difícil acceso en el área poniente de la Punta de la Mona, en el municipio de Almuñécar. Para su rescate, uno de los agentes tuvo que lanzarse al mar para poner a salvo a esta persona, la cual se encontraba desorientada y herida.

Seguidamente, tuvo que acceder por el único sitio viable con pericia y precaución, debido a la peligrosidad de área donde se hallaba el buceador, hasta que consiguió llegar junto a él y ayudarlo a escalar y ponerse ambos fuera de peligro.

Como consecuencia de la situación vivida, el hombre se encontraba exhausto y en estado de ansiedad, con cortes en las manos, brazos y cara. La empresa de buceo se hizo cargo de las gestiones para su atención sanitaria.

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