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Las dos jóvenes agredidas en Motril por ser lesbianas componen una canción para reivindicar el "amor libre"

  • Señalan que multitud de personas se han puesto en contacto con ellas a raíz de la publicación para darles las gracias por visibilizar este problema que sufren "demasiadas personas"

  • Aseguran que siguen sin salir a la calle, nada más que para lo necesario, por miedo 

Las dos jóvenes agredidas en Motril por ser lesbianas componen una canción para reivindicar el "amor libre"

Las dos jóvenes agredidas en Motril por ser lesbianas componen una canción para reivindicar el "amor libre" / Alba Feixas

"La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia sí", así comienza el rap que Payi Payina, el nombre artístico bajo el que se refugia Patricia, una de las dos jóvenes que el pasado 5 de diciembre sufrieron una agresión en el pleno centro de ocio de Motril por mostrar públicamente su amor, y que ha publicado recientemente para dejar bien claro que nadie puede coartarles su derecho de querer libremente y apoyar a otras personas que se encuentren en su misma situación, "que no están solas".

Patricia explica a Granada Hoy que desde que tiene uso de razón utiliza la escritura para expresar sobre el papel como se siente, aunque nunca se había atrevido a mostrar sus pensamientos de forma pública, pero tras sufrir, tanto ella como Raquel, una brutal agresión por el simple hecho de ser pareja y ver cómo tras un juicio rápido, en el que "ni siquiera aparecía reflejado que fue una agresión homófoba", y que el agresor fue condenado con un delito leve, "necesitaba gritar como nos sentíamos".

Asegura que cuando escucha la canción siente un subidón de adrenalina por la impotencia que le hace recordar ese momento, aunque "merece la pena porque se ha puesto en contacto con nosotras mucha gente agradeciéndonos que hayamos hecho público nuestro problema, incluso una madre después de escuchar la canción nos escribió para darnos las gracias porque su hijo es transexual y también lo ha pasado mal, nos gusta pensar que la canción es como un icóno para aquellas personas que lo están pasando mal".

Un rayo de esperanza

Así es como califican tanto Raquel como Patricia esta canción. "No hay mal que por bien no venga, al menos eso nos dice nuestra familia. De hecho, esto me ha servido para decidir qué voy a seguir escribiendo y grabando temas. En mayo voy a dar mi primer concierto en el Motorfest de Motril y queremos centrarnos en esto y seguir adelante".

Por su parte, Raquel, algo más callada, asiente y añade que se alegra de que haya servido para algo bueno, aunque eso no quita que llevan recluidas en su casa desde que todo pasó por medio a represalias. "No es justo que nosotras que no hicimos nada, seamos las que estamos encerradas en casa. Solo salimos para hacer la compra y poco más. Nos hemos quedado sin trabajo porque al volver de la baja nos dijeron que necesitaban a menos gente por no ser temporada alta y no vamos a ningún sitio. No hemos vuelto a salir ni de noche ni de día, por miedo".

Ambas aseguran que se están planteando irse de Motril. "Esto no es tan grande y es cuestión de tiempo que nos encontremos cara a cara con el agresor, no queremos pasar por esa situación tan desagradable. Busco trabajo de lo que sea, pero prefiero que sea fuera de Motril para intentar pasar página y volver a tener, poco a poco, una vida normal", añade Raquel.

Tras la agresión y presentar la correspondiente denuncia, acudieron a un juicio rápido en el que tuvieron que volver a encontrarse cara a cara con el agresor. Patricia explica que fue un momento "desagradable", incluso que solicitaron la posibilidad de declarar tras una mampara, pero que al tratarse de un juicio rápido se lo rechazaron. En la sentencia, que salió hace pocas fechas, "le condenan a indemnizarnos unos 660 euros entre las dos, pero lo que no entendemos es que no aparezca reflejado por ningún lado que se trató de una agresión homófoba", es más, "señala que fue sin motivo aparente, y motivo sí que hubo, fue por homofobia".

La agresión

Ambas jóvenes recibieron una paliza en la madrugada del 5 de diciembre cuando se encontraban en un local de ocio nocturno del Paseo de las Explanadas, una agresión que llegó acompañada por multitud de improperios por parte de un hombre por dar muestras de afecto en público.

Raquel explicó que estando en la puerta de un conocido local de ocio de la zona, un hombre se interpuso entre las dos cuando estas quisieron volver a entrar, impidiéndoles el paso y diciéndoles "¿dónde vas?, ¿es que te crees que soy homófobo o que os voy a tirar la caña a ti o a tu novia?", para instantes después escuchar cómo le indicaba que lo que le "hacía falta era una buena polla" y acto seguido le pego un empujón.

Tras ese momento, "la cosa pasó muy rápido", indicó Raquel, quien según su testimonio fue la primera en recibir varios puñetazos hasta terminar en el suelo, poco después se uniría Patricia para intentar separar al hombre de su pareja, que recibió varios golpes en la boca y durante varios segundos quedó inconsciente. Tras esto, hubo unos cuantos puñetazos y patadas más, incluso un botellín de cerveza acabó impactando sobre la cabeza de Raquel.

Situación que esperan "poco a poco" superar y que, con la publicación de 'Homofobia', su primera canción, se entere todo el mundo que "el amor es libre y nadie puede decirte a quien amar".

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