Dos agresiones a sanitarios en la Costa de Granada obligan al SAS a activar su Plan de Prevención y Atención
Se trata de una facultativa de Atención Primaria de Motril y un médico de Urgencias en Almuñécar
Denuncian tres agresiones a personal sanitario de Granada, una de ellas a una estudiante de prácticas de la UGR en un domicilio
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha activado el Plan de Prevención y Atención a víctimas de agresiones a sanitarios tras registrarse dos casos en centros de la Costa, concretamente en Motril y Almuñécar en los últimos días. En sendos casos, las agresiones han sido denunciadas en tiempo y forma, siguiendo las pautas del protocolo establecido al respecto por el sistema sanitario público andaluz, explican desde la Consejería de Sanidad.
El primero de los casos ha implicado a una facultativa de Atención Primaria del centro de salud de Motril Centro durante el desarrollo de su jornada de trabajo. La víctima ha recibido asistencia psicológica y jurídica por parte del SAS, mientras que el segundo caso ha afectado a un médico del servicio de Urgencias del centro de salud de Almuñécar, mientras atendía a un paciente en la vía pública.
Desde el AGS Sur de Granada se ha conenado “sin matices” cualquier acto violento, físico o verbal, que afecte a los profesionales del sistema sanitario público andaluz dentro o fuera de un centro sanitario. “La violencia nunca está justificada”, se reitera, al tiempo que se recuerda que la agresión a un sanitario es un delito en España y que los agresores se enfrentan a penas de prisión de hasta cuatro años de cárcel, multas económicas, órdenes de alejamiento e indemnizaciones.
El SAS ha reforzado su oferta formativa sobre control de situaciones conflictivas y sobre el propio Plan de Prevención de Agresiones. Reconducir las situaciones de agresividad y minimizar sus consecuencias son los objetivos que se persiguen. Adicionalmente se imparten talleres de la mano de Guardia Civil, Policía Nacional y funcionarios de instituciones penitenciarias.
Asimismo, el personal cuenta a su disposición con la figura del ‘profesional guía’, que acompaña y asesora a los profesionales agredidos, facilita asistencia psicológica y jurídica y refuerza las medidas de seguridad disponibles en los centros de trabajo, como cámaras de seguridad, dispositivos de aviso en consultas y alarmas individuales de carácter disuasorio
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