Hace casi 30 años, en 1994, un grupo de personas, que contaban con una larga trayectoria ambientalista, decidieron formalizar su actividad en defensa de la naturaleza y constituyeron la Asociación Buxus. Defensa y protección de la Charca de Suárez, salvaguardas de la Sierra de Lújar, salvación del paraje del Tajo de los Vados o plantarle cara a la destrucción urbanística son solo algunos de los objetivos fijados en este tiempo por la asociación.

Trabajo que la Diputación de Granada ha reconocido durante la entrega de Honores y Distinciones 2022, que rinde homenaje a 14 personas y entidades que se han distinguido por su labor en favor del desarrollo de la provincia.

Buxus ha hecho un recorrido por el trabajo realizado durante estos últimos 28 años en los que destacan la década de trabajo desde que iniciaron la lucha para la salvación de la Charca de Suárez, o los sinsabores de proyectos a los que han dedicado mucho esfuerzo y ningún resultado, como el de declaración de Parque Natural de la Sierra de Lújar, y otros donde consiguieron pequeñas victorias, como la protección de algunas del patrimonio industrial o la salvación del paraje del Tajo de los Vados, condenado en el proyecto inicial de la autovía del Mediterráneo.

Señalan que muchas de sus luchas han sido incomprendidas, como la oposición a la construcción de la presa de Rules, a la que "existían alternativas mucho menos agresivas como ha quedado demostrado".

No obstante, se muestran satisfechos de haber sido una de las pocas organizaciones, junto con el conjunto del movimiento ecologista del país, de plantar cara a la burbuja inmobiliaria, a la destrucción urbanística del territorio y a la corrupción que llevó aparejada.

Echando un vistazo al futuro, lamentan que "no se muestra más favorable", ya que "entre al lavado verde que realizan continuadamente las instituciones y las grandes empresas, el panorama es desolador. Nada de lo poco conseguido está a salvo y observamos como el sistema transforma nuestras mejores utopías, como las de las energías renovables, en un nuevo monstruo depredador del territorio".

Añaden que queda mucho por hacer, y esperan que nueva gente recoja el testigo, conscientes de que como decía Julio Cortázar "el problema de la realidad no se enfrenta con suspiros", ni con revoluciones en grupos de wasap.