De basura marina a una exposición de arte, la artista granadina que transforma los desechos en instalaciones artísticas

La exposición podrá visitarse del 3 de diciembre al 23 de enero en el centro artístico María Victoria Atencia de Málaga

Lecciones escondidas entre la basura: multitud de escolares participan en un proyecto para limpiar el mar de la Costa

La artista granadina Belén Millán con algunas de las redes que se transformarán en arte
La artista granadina Belén Millán con algunas de las redes que se transformarán en arte / Alba Feixas

Redes de pesca, sedales o plásticos son algunos de los desechos marinos que se pueden encontrar actualmente en las profundidades de la Costa de Granada y, que poco a poco, gracias a iniciativas de recuperación que llevan a cabo asociaciones como Coral Soul, se están eliminando y tendrán una segunda vida convirtiéndose en obras de arte. El proyecto surge de la unión del colectivo ecologista y la artista Belén Millán, una granadina del entorno de Caleta que actualmente reside entre Málaga y Nueva York, que tiene una cruzada especial contra los plásticos.

En uno de sus últimos trabajos The Wave, expuesta en la UPAW New York, realizó una instalación multimedia en la que transformó el interior de una iglesia en una enorme ola de plásticos reciclados y ropa usada. La granadina trabaja con desechos plásticos, industriales o marinos y en su próximo trabajo, Imperceptibles, utilizará los desechos marinos extraídos de la Costa Tropical para hacer una instalación artística en el María Victoria Atencia (MVA) de Málaga, del 3 de diciembre al 23 de enero.

Basura marina que Coral Soul rescató de las profundidades del mar y que antes de convertirse en obra de arte, también ha servido para organizar una actividad de sensibilización ambiental con más de un centenar de escolares de la zona que han sido los encargados de clasificar según el material que los componen, a la vez que aprenden la importancia de cuidar el fondo marino.

"La exposición trata sobre la basura plástica que no vemos, los nano plásticos y microplásticos que están en el aire, que respiramos, bebemos e ingerimos con los alimentos sin darnos cuenta. El objetivo es sensibilizar sobre esta problemática y ofrecer una perspectiva diferente del plástico", explica a Granada Hoy la artista granadina Belén Millán, quien resalta que al final fue creado como "un ser inerte para hacernos la vida más bella y más fácil, pero con el paso de las décadas se ha convertido en un ser ontológico que es capaz de penetrar en la vida de los seres humanos, en el paisaje y la formas de vida para alterarlos".

Millán apunta que la muestra se dividirá en dos partes. Por un lado, en la zona exterior del centro cultural hará una intervención en los árboles con unas mallas plásticas que han sido abandonadas en el sector de la construcción. "En el jardín crearé un flujo plástico que emana de los árboles y que llega simbólicamente hasta el mar. Aquí es donde irá a parar gran parte de la basura que se ha recogido en Marina del Este". Dentro del centro, en una de las salas habrá una experiencia inmersiva en la que se hará una proyección multicanal -distintas proyecciones del fondo del mar- y a la vez una instalación con todos los restos marinos que estarán para que la gente verdaderamente tenga oportunidad de tocar, sentir, ver y oler la basura que hay debajo del mar.

La artista granadina Belén Millán junto a la directora y cofundadora de Coral Soul, Marina Palacios
La artista granadina Belén Millán junto a la directora y cofundadora de Coral Soul, Marina Palacios / Alba Feixas

Al hilo, indica que se trata de una crítica al sistema de producción de plástico que hay hoy en día. "Para mí es importante sensibilizar a la gente sobre este asunto porque cuando pensamos en la invasión plástica nos viene a la mente el reciclaje como la solución, pero según las estadísticas se recicla solo del 9 al 10% , el resto se pierde. La solución pasa por ir al principio de la vida de ese plástico, que es la producción. Si nuestra casa se inunda de agua antes de achicar y limpiar, cortamos el grifo. En el caso de los plásticos no solo no estamos cortándolo sino que estamos produciendo más porque los países productores de petróleo no quieren que se haga, y las petroquímicas están detrás de todo. El gran reto que tenemos como sociedad es averiguar cómo cortamos esa producción que seguirá aumentando de forma exponencial en las próximas décadas".

Esta artista multidisciplinar está inmersa en varios proyectos con los que intenta incidir en el problema que suponen los productos plásticos, sin ir más lejos, también se encuentra inmersa en la elaboración de un trabajo doctoral sobre polución marina en el mar de Alborán.

"Se trata de visibilizar los tóxicos invisibles que están en nuestro entorno, que no somos conscientes que los hemos creado y se ha vuelto contra nosotros. Se suponía que el plástico iba a hacer la vida mucho más fácil, pero al final se ha vuelto en nuestra contra y la repercusión real todavía no la sabemos. Se conoce que a nivel científico, los microplásticos están dentro de algunos órganos, pero no conocemos realmente las consecuencias, pero mientras tanto, labores como esta que realiza Coral Soul son importantes para sensibilizar a la población", añade.

Por otra parte, incide en que hay pequeñas acciones que se pueden realizar de forma particular para reducir los plásticos que se utilizan en el día a día y reciclar, y pone de ejemplo al doctor en Medicina y catedrático emérito de la Universidad de Granada, Nicolás Olea, "es un gran divulgador que en enseña pequeños cambios que se pueden realizar para reducir los plásticos".

La artista destaca también el trabajo que realizan desde Coral Soul, "cada uno puede aportar su granito de arena, no hace falta ser experto en la materia, aquí sin ir más lejos hay científicos, pero también personas que se dedican en su día a día cosas que no tienen nada que ver con esto y están todos juntos por la misma causa".

Por último, cuenta que su unión con la asociación surgió gracias a María Cerezo, la artista que está detrás de Epoxidonia. "Hace unos años hice una exposición en el Jardín Botánico de Málaga que se llamaba Híbrida, que iba precisamente sobre la polución plástica, ella fue a ver la exposición, le gustó mucho y me contactó. Es una gran buceadora, me gusta mucho la labor que está haciendo a nivel personal, porque también limpia los fondos marinos y luego hace bisutería, obras de arte a pequeña escala. Comenzamos una colaboración, y ella fue la que me presentó a Coral Soul".

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