Carchuna pide a las administraciones que investiguen la posible fuga que les obliga a cerrar la playa y pide responsabilidades

Con apenas dos semanas de diferencia la Entidad Local Autónoma de Carchuna Calahonda ha tenido que cerrar nuevamente, para sorpresa de muchos, un tramo importante de su playa por una alteración en los parámetros microbiológicos del agua, concretamente en la concentración de enterococos intestinales y escherichia coli, según se recoge en los resultados de la analítica realizada por la delegación Territorial de Salud y Consumo en Granada. Una situación que preocupa a los responsables de la ELA por la imagen negativa que se pueda asociar a sus playas y que temen que se pueda cronificar en el tiempo si no se encuentra pronto el posible foco de infección. Motivo por el que piden a las distintas administraciones competentes en el asunto que se tomen en serio los análisis del agua y busquen las posibles causas para atajarlo cuanto antes.

El presidente de la ELA, Juan Alberto Ferrer, ha explicado que tras decretarse el primer cierre el pasado 10 de julio, los responsables de la administración local se pusieron a trabajar para buscar respuestas ante una situación que "desde el primer momento careció de explicaciones claras".

Ferrer ha señalado que durante estas dos semanas "hemos recopilado documentación, solicitado informes y activado todos los cauces legales a nuestro alcance. Y justo el 24 de julio, cuando culminábamos ese trabajo con una denuncia formal ante la Fiscalía y el SEPRONA, la playa volvió a ser cerrada. Una segunda alerta que, lejos de aportar certezas, vuelve a generar preocupación e incertidumbre a nuestro pueblo".

En este sentido, ha incidido en que la ELA no tiene competencias directas en materia de depuración ni en el sistema de saneamiento, pero sí tiene la responsabilidad de "velar por la seguridad, la información y la tranquilidad de quienes viven aquí o nos visitan, por eso iniciamos una investigación formal".

Han solicitado a las administraciones competentes que sean "transparentes" y muestren una comunicación fluida con los territorios afectados, en referencia a multitud de playas que se han visto cerradas en los últimos días en otras partes de España por los mismos motivos. "Queremos que se investigue lo que está pasando, si es por causas técnicas que se expliquen, o si hay posibles responsabilidades que se investiguen con rigor también. Cuando se cierra una playa, no solo se pone una bandera roja, se frena la vida económica, social y emocional de todo un pueblo".

Sobre la alteración de los parámetros, ha indicado que creen que sea algo ocasional porque si no no se estaría produciendo el cierre dos semanas después del primero. Sospechan de la Rambla Rejón, donde hay un vertido autorizado con un cauda de uno o dos litros por segundo de la EDAR. "Esa depuradora lleva muchos años funcionando y nunca ha dado ningún tipo de problemas, aunque sabemos que carece de la fase terciaria que necesita una depuradora para que no quede ningún tipo de bacteria fecal en el recorrido, pero si está autorizado por la Junta, se supone que tiene que ser un vertido controlado y que se cumple la asepsia necesaria para que el vertido no llegue al mar. Otra opción es que alguien esté vertiendo clandestinamente en la rambla".

Por todo ello, ha señalado que han pedido también a la Cuenca Hidrográfica, al Ayuntamiento de Motril y a la Mancomunidad de Municipios que investiguen el cauce, la asepsia y si se están siguiendo los mecanismos necesarios. "No tenemos pruebas, pero de momento el único sitio que sabemos que está haciendo un vertido es la EDAR".