El corte del tráfico en un tramo de la A-44 por las obras de Rules crea discrepancias entre políticos y empresarios

Los usuarios que suelen transitar por la A-44 entre la capital y la Costa Tropical retrocederán en el tiempo a partir de la próxima semana a cuando el trayecto tenía que realizarse sí o sí por la general, con sus curvas y bajada de velocidad incluida, por las obras de emergencia para tratar de solucionar los deslizamientos que afectan al viaducto de Rules. Y será así, si no surge ningún contratiempo, hasta el 19 de diciembre. Una situación que, pese a que se sabía que en algún momento iba a llegar, no ha gustado a responsables municipales de varios municipios y empresarios de la Costa, por el poco margen de maniobra tras el aviso que llega en una época en la que todavía la costa disfruta del turismo estacional de la época.

Los primeros en mostrar su desacuerdo por esta decisión han sido los alcaldes de Almuñécar y Motril, Juan José Ruiz Joya, y Luisa García Chamorro, al considerar una "falta de lealtad institucional" el haberse enterado de la noticia a través de los medios de comunicación. En este sentido, la alcaldesa de Motril señala que saben de la importancia de acometer estas obras "pero lamentamos profundamente que hayamos conocido una noticia extremadamente importante para la comunicación terrestre de Motril y de todos los municipios de la Costa Tropical de Granada a través de los medios de comunicación y no por las vías correctas, dado el gran agravio que supone para miles de personas, estudiantes, trabajadores, transportistas y turistas, que emplean la autovía A-44 diariamente", además de recordar el gran impacto que va a suponer estas obras en la ciudad de Motril, principal núcleo poblacional y de gestión de servicios de toda la Costa Tropical, siendo "uno de los principales afectados de toda la provincia y que generará, sin duda, un agravio económico y social en la población".

Y añade que estarán especialmente pendientes de que las obras no se prolonguen en el tiempo, ya que tienen la experiencia del espigón, cuyo plazo de finalización se anunció para el día 24 de julio y a 4 de septiembre las máquinas continúan realizando labores.

Por su parte, el alcalde de Almuñécar, Juan José Ruiz Joya, critica con dureza la "improvisación y la soberbia" con la que se están llevando a cabo unas obras que, sin la debida planificación y comunicación, "están asfixiando económica y socialmente a Almuñécar, La Herradura y a toda la Costa Tropical". Y aclara que no se oponen a la mejora de una infraestructura que llevan años reclamando, a lo que se oponen es a que "se tomen decisiones a cientos de kilómetros de distancia, sin previo aviso, sin coordinarse con los ayuntamientos afectados y sin medir las catastróficas consecuencias", incidiendo en que la forma de actuar es "una falta de respeto a los miles de vecinos y a los sectores productivos que son el motor de nuestra tierra. El Gobierno central demuestra, una vez más, que la Costa Tropical es la gran olvidada en sus planes".

Los empresarios tampoco terminan de comprender el cierre total de la A-44. El presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa Tropical (AECOST), Javier Rubiño, señala que el corte supondrá un fuerte impacto negativo en la actividad económica y social de toda la comarca al afecta de forma directa a sectores claves como el transporte hortofrutícola: se producirán retrasos y graves dificultades logísticas justo en plena campaña de productos subtropicales y hortofrutícolas. Además, otro de los agraviados será el Puerto de Motril y el tráfico internacional, las importaciones y exportaciones verán aumentados tiempos y costes, afectando especialmente al transporte de mercancías de gran envergadura como las palas de aerogeneradores.

En el tema de turismo y hostelería, apuntan que es uno de los principales motores económicos de la Costa y sufrirá un retroceso, al desincentivarse las escapadas de fin de semana desde Granada y el interior y reducirse la llegada de visitantes en fechas clave como el Puente de la Constitución. "Lo más preocupante es que los turistas habituales puedan acostumbrarse a elegir otros destinos más accesibles. Cuando la gente cambia de costumbre, es muy difícil recuperarla", señalan desde AECOST, advirtiendo de un posible daño estructural que trascienda los tres meses de corte.

Tampoco olvidan a trabajadores y funcionarios que tendrán que alargar de forma considerable sus desplazamientos, afectado a la vida laboral y personal de miles de personas.

El presidente de AECOST, Javier Rubiño, denuncia que "no se ha actuado con previsión ni coordinación entre administraciones. Lo que en otros países se ejecuta en semanas con obras 24 horas, aquí se eterniza y se anuncia sin margen de adaptación para empresas y ciudadanos",

Ante esta situación, la asociación empresarial reclama medidas urgentes para mitigar el impacto del cierre como la ejecución de las obras a tres turnos, las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, con plazos claros y compromisos firmes. También solicitan la implantación de un plan de tráfico alternativo reforzado, con pasos asistidos y carriles adicionales en la N-323; que se informe en tiempo real a través de los canales de la Dirección General de Tráfico (DGT);- así como un plan de seguimiento semanal con participación de todas las administraciones implicadas y del tejido empresarial.

"La Costa Tropical no puede seguir castigada por la falta de infraestructuras: tenemos pocas, y las pocas que hay envejecen mal. No podemos permitirnos otro freno a nuestra economía y competitividad", concluye Rubiño.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, defiende la decisión y recuerda que ya se anunció que se realizaría dicho corte después del verano. "Se trata de aprovechar los meses de septiembre a diciembre, que son los soportan menos tránsito de vehículos. Los técnicos de carreteras han estado en contacto con los sectores que puedan verse más afectados como son el Puerto de Motril, autobuses o empresas de aerogeneradores para que todo se desarrolle con normalidad".

Montilla recuerda que se trata de una obra "absolutamente necesaria", ya que "se trata de garantizar la seguridad de personas y vehículos ante el desplazamiento de una pila del viaducto que se ha producido por el deslizamiento de la ladera. Es una inversión de 19 millones de euros y la obra está bastante avanzada, por lo que plantear la paralización de la obra como ha hecho el alcalde de Almuñécar nos parece una absoluta irresponsabilidad populista".