Crimen de Calahonda

Dos detenidos por el asesinato del promotor inmobiliario en la Costa de Granada

Agentes de la Policía Nacional, la mañana del martes, en el descampado de Calahonda donde fue hallado el cadáver.

Agentes de la Policía Nacional, la mañana del martes, en el descampado de Calahonda donde fue hallado el cadáver. / Miguel Paquet/Efe

Semidesnudo, lleno de sangre tras haber recibido varias puñaladas, envuelto en plásticos y tirado en un descampado cercano a su domicilio. De esta forma fue encontrado el cadáver de José Manuel Trujillo, el promotor inmobilario de Calahonda, el pasado 12 de noviembre, un crimen por el que la Policía Nacional ya ha detenido a dos personas.

El caso, que conmocionó a esta pequeña entidad local de la Costa de Granada presentaba diversas incógnitas, entre ellas, por qué la cerradura de la vivienda de la víctima, en cuyo interior se encontró restos de sangre, no estaba forzada y dónde estaba en vehículo de este promotor inmobiliario, que desapareció tras el crimen.

Ante lo ocurrido, la Policía Nacional tomó declaración a vecinos y familiares de la víctima, sin que ninguno lo hiciera en calidad de investigado, con el fin de arrojar luz a una investigación que, como decretó el juez 24 horas después, quedó bajo secreto de sumario.

Sin embargo, el trabajo policial ha dado sus frutos y ha permitido la detención de dos personas, ambos varones de mediana edad, que serían los presuntos responsables del asesinato de este promotor inmobiliario de 72 años. Así lo han confirmado la mañana de este jueves fuentes de la Policía Nacional.

Precisamente, varios vecinos aseguraban que dos personas habían preguntado por el finado en los días previos a que tuviera lugar el crimen, que todo apunta a que se trata de los ahora detenidos de los que uno, según fuentes cercanas a la investigación, es un sintecho de Motril.

Uno de los arrestos de produjo en Motril y la misma mañana de este jueves ha pasado a disposición judicial, mientras que el otro tuvo lugar en Irún (Guipúzcoa), lugar hasta dónde habría huido tras el crimen para intentar salir del país cruzando la frontera con Francia. Según fuentes cercanas a la investigación, el móvil económico habría sido finalmente el desencadenante de este crimen.

La víctima, a la que horas antes habían visto comprando en un supermercado del pueblo, llevaba una década en este pequeño anejo de la costa granadina. De profesión era farmacéutico militar pero le gustaban los negocios inmobiliarios, por lo que se hizo promotor de viviendas. Precisamente vivía en uno de los edificios que había promocionado antes de que cesase su actividad por culpa de la crisis. Y es que, según apuntaron entonces fuentes cercanas, habría mantenido deudas en vigor al dejar sin abonar pagos a proveedores y otros actores relacionados con los negocios inmobiliarios.

José Manuel era amante del deporte -lo practicaba diariamente- y vivía solo. Hace unos años se separó de su pareja con la que tenía dos mellizos y que además tenía a su vez un hijo de unos 20 años con el que él guardaba buena relación, hasta el punto de que en época estival, el joven se quedaba en su casa.

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