El Hospital de Motril reorganiza el servicio de Urgencias para garantizar la continuidad del servicio
El centro pone en marcha de forma "inmediata" un plan que será sometido a "revisión continua" según explica el gerente
Inician una recogida de firmas para evitar un posible cierre de las Urgencias del Hospital de Motril
El Hospital Santa Ana de Motril ha puesto en marcha un plan de contingencia para garantizar la continuidad asistencial del servicio de Urgencias durante los meses de verano y que va enfocado a "reestructurar el funcionamiento del servicio y a agilizar la atención que se presta al paciente", según ha explicado este martes el Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada en una nota de prensa.
El plan será activado de forma "inmediata" y será sometido a una "revisión continua" para velar por su cumplimiento y efectividad. El gerente del hospital, Maximiliano Ocete, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la población: "El servicio de urgencias se mantiene activo este verano y estará disponible al cien por cien".
Según el gerente "se ha activado un plan especial que implica la coordinación de todos los profesionales del hospital, con derivaciones directas y gestiones compartidas con el resto de unidades", ha informado. En concreto, se ha establecido la implicación de Medicina Interna, Traumatología, Pediatría y otras especialidades quirúrgicas en el circuito de Urgencias.
Por otro lado, se ha procedido a reordenar el espacio disponible en el servicio de Urgencias para reforzar la funcionalidad de los circuitos y aliviar la presión asistencial. Por último, desde el equipo directivo se sigue trabajando en la cobertura de las plazas vacantes del servicio de Urgencias, "una vez que existan candidatos disponibles para los mismos", para definir definitivamente su estructura. Asimismo, cuando así se requiera, se contará con la colaboración de facultativos de otros centros para asegurar la atención asistencial.
Desde la Consejería de Salud y Consumo se ha aclarado que la puesta en marcha de este plan de contingencia responde a la evolución de la actividad asistencial que viene registrando el área de Urgencias del Hospital Santa Ana de Motril. En 2024, se atendieron un total de 97.498 urgencias, con una media de 267 atenciones diarias. Una cifra que, según los datos registrados, llegaron a alcanzar las 350 urgencias en un solo día. Más de 10.300 casos urgentes se atendieron en el hospital en agosto de 2024, un 9,2% más respecto al mismo mes del año anterior.
En lo que va de año, se han atendido 25.333 urgencias, un 10% más que el año anterior en el mismo periodo. La dirección del hospital ha agradecido especialmente a los profesionales sanitarios su compromiso, colaboración y entrega en el cuidado de los pacientes así como el esfuerzo conjunto realizado para garantizar una atención sanitaria "urgente, eficiente, segura y de calidad".
Una ciudad echada a la calle
Este anuncio responde en cierto sentido al clamor popular que, desde que se conoció a principios de junio la noticia de un posible cierre de la unidad de Urgencias, ha recorrido Motril. Varias personas se han manifestado en la localidad costera en defensa de este servicio y había prevista una manifestación el próximo viernes, 4 de julio, desde la Plaza de la Aurora hasta terminar en la Plaza de España.
Por su parte, el delegado de Salud y Consumo, Indalecio Sánchez-Montesinos, negó "rotundamente" hace unas semanas el posible cierre del servicio y calificó de "enorme irresponsabilidad" la incertidumbre que se crea con este tipo de anuncios, aunque aseguró que con la llegada de la temporada estival tenían que prepararse para "una situación compleja". "Cada año preparamos un plan de contingencia, un plan preciso y flexible para esta situación. Trabajamos sin escatimar esfuerzos, también el de la contratación que sea necesaria, con serenidad y con los datos anteriores para que la población esté tranquila, para que la asistencia sanitaria esté cubierta. Todos los años por estas fechas ocurre lo mismo, mensajes desalentadores, inciertos, que convoca una movilización innecesaria e injustificada y que transmite irresponsablemente una incertidumbre que va en contra de la relación sanitaria-paciente y, por tanto, del personal sanitario y, lo que es peor, de nuestra sanidad pública".
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